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Una educada borrachera entre dos mundos

Una educada borrachera entre dos mundos
Un marroquí visiblemente ebrio dio la nota en la tarde del viernes durante la primera repatriación de menores llegados en la crisis de mayo. Su e

La frontera, aún cerrada, sigue siendo un lugar capaz de generar historias de lo más variopinto. En la tarde del viernes mientras oenegés y periodistas vigilaban la primera repatriación de 15 menores de los que llegaron en la crisis del pasado 17 de mayo, un grito sobrecogió a todos los presentes. Una llamada de auxilio educada: “¡Por favooooor!”, retumbó en los tímpanos de quienes buscaban sombra para no asfixiarse mientras esperaban otro convoy con niños.

El 'quejío' nada flamenco rompió la tarde y puso en alerta a los reporteros. Finalmente la historia escondía una borrachera, épica tal vez, pero borrachera al fin y al cabo.

En el páramo del Tarajal un joven, que no menor, de pronto salió del interior del paso fronterizo como Pedro por su casa para estupefacción de los que allí estaban. Afuera le esperaban dos compañeros con un bocadillo en la mano. “Güisqui”, fue su respuesta cuando se le preguntó por los gritos y la acompañó de un movimiento del brazo para dibujar una barriga hinchada hasta la ebriedad absoluta.

La versión surrealista la confirmó después la propia Policía Nacional. “En la playa un vecino marroquí la iba liando. Se metía con la gente, parecía medio loco o borracho”. Era la segundo. Una patrulla lo montó en el coche y se lo llevó a la frontera después de escucharle, tal vez fruto de esa euforia que proporciona un destilado, que quería regresar voluntariamente a Marruecos.

El problema es que las autoridades marroquíes debieron de pensar que la persona podía pasar, pero el alcohol no, y en ese instante era imposible disociar uno de otro. Fue rechazado. Y allí se quedó, en el Tarajal, un rato, bajando la borrachera en la tarde bochornosa al grito atronador de por favor, llamando a las cámaras, suplicando volver a su país.

Este sábado podrá repetir su hazaña si lo desea. Su historia acabó con una salida de la frontera, pero por el lado que él no deseaba, el español.

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