Ha quedado en un susto, pero vaya susto: el Siete Colinas ha sido desalojado a media mañana este frío 29 de noviembre tras producirse uno de esos avisos de bomba que ponen a uno el corazón en un puño; Policía Nacional y Policía local han ordenado salir del centro educativo a todos cuantos permanecían en él poco antes de las once en punto.

Al parecer, lo que ha dado pie a tan desagradable episodio ha sido una llamada al 112. Dado el evidente riesgo que entrañaba el escenario, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han procedido a la inmediata activación de la denominada 'Circular 50', esto es, el protocolo antiterrorista por antonomasia, aquel siempre que ha de ponerse en marcha en caso de posible atentado.

Las primeras patrullas se desplazaban hasta el lugar de manera casi inmediata; poco después, hacía lo propio una dotación de la Unidad de Guías Caninos, cuyos efectivos -especializados en la detección de material explosivo- se han encargado, a la postre, de concluir que se trataba de una falsa alarma.

La circunstancia ha provocado la movilización forzada de casi un millar y medio de personas: alumnos, profesores, personal de limpieza, conserjes, administrativos... Todos han abandonado el instituto de manera más o menos ordenada a través de las salidas de emergencia con las que este cuenta, agolpándose, a posteriori, en los aledaños del liceo. 

Pese a los esfuerzos de la Policía local por ordenar el tráfico rodado, el caos se ha acabado apoderando momentáneamente de la zona. Luego de sesenta largos minutos de inquietud, la Nacional daba a los desalojados luz verde para regresar a las aulas.