El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Ceuta considera “bochornosos, reprobable y lamentables” el espectáculo que ofrecieron el pasado martes un grupo de exaltados —con el gerente de Obimace, Gregorio García Castañeda, al frente— que se concentró ante el helipuerto para protestar contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en visita urgente a Ceuta en medio de una crisis fronteriza y diplomática sin precedentes. 

“Era un momento de lealtad y unidad institucional”, lamentaba el portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, reprobando unas protestas que llegaron incluso a un intento de agresión al coche oficial del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “El presidente de España, el presidente de todos”, ha precisado Gaitán, que además “venia en defensa de la ciudad, en representación de todos los españoles, para manifestar que Ceuta e España y a garantizar su integridad territorial. Y eso es lo que hizo el presidente de Gobierno asistiendo a la ciudad”.

Gaitán ha explicado que el presidente Vivas ha remitido una carta al presidente del Gobierno agradeciéndole su compromiso con Ceuta y, sobre todo, su visita, algo especialmente reseñable en el caso de Ceuta, que no había recibido a un presidente del Gobierno desde el viaje de José Luis Rodríguez Zapatero en 2006 y que solo ha dado la bienvenida a dos presidentes de la Nación, Zapatero y este mares Sánchez, sin contar dos visitas fugaces de Aznar y Rajoy en campaña electoral en las que se reservaron unos minutos para una recepción oficial.

Pese a todo, el Gobierno no ha querido entrar a valorar el posible cese de Gregorio García Castañeda, tal y como reclamaba el PSOE, que ejerció de director de orquesta de la manifestación. El portavoz ha preferido pasar la patata caliente al Consejo de Administración de la empresa muicpal, Obimace, a quien le correspondería en todo caso esta decisión.