Los seis guardias civiles que durante la mañana de este martes debían empezar a verse las caras en vista oral con la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta han salvado el primer 'match ball' que, en lo tocante a su permanencia en el Instituto Armado, debían jugarse ante los magistrados. Sus defensas y el Ministerio Fiscal han pactado una condena por una falta de estafa continuada cuya pena queda limitada al ámbito económico: 3.600 euros por cabeza de multa, el triple de lo que inicialmente pedía el fiscal, que además de 1.200 euros por barba de sanción solicitaba 4 años de cárcel y 9 de inhabilitación para cada uno, una solicitud que de haberse materializado tal cual en sentencia hubiese supuesto su adiós al uniforme verde.

Los guardias han evitado así ser condenados por la Justicia por un presunto delito de cohecho continuado, que es el que inicialmente se les imputaba por haber 'puesto el cazo' en la frontera del Tarajal recibiendo pequeñas cantidades de dinero o recompensas en especies a cambio de hacer la vista gorda en su puesto hasta que fueron detenidos, en mayo de 2003.

El relato de los hechos recogidos en el veredicto dictado por conformidad establece que "permitían a sabiendas" la introducción de vehículos en la ciudad autónoma "haciendo creer" a sus conductores o propietarios que debían abonar determinadas cantidades de dinero para lograrlo.

Según han explicado fuentes judiciales próximas al caso en declaraciones a Ceutaldia.com el haber evitado una sentencia penal les permite albergar "esperanzas" de que los expedientes disciplinarios abiertos por la Benemérita hace ocho años, que permanecían paralizados a la espera de la resolución del procedimiento penal, no concluyan con su expulsión del Instituto Armado.

Uno de los dos civiles acusados ha sido condenado por una falta de estafa a pagar una multa de 400 euros. El otro no se ha personado a la cita con el Tribunal.

Antes de pactar con la Fiscalía las defensas de los acusados tenían previsto basar sus argumentos en la ilegalidad de las escuchas practicadas durante la investigación de los hechos, en las que según ha publicado el diario 'El Faro' se podía escuchar a uno de los guardias decirle a otra persona que sus “colegas ya están avisados, le dice que cuando llegue les diga que es amigo y que pase a cualquier hora, que están solos”.