Cada vez que una dotación de bomberos acude a apagar un contenedor incendiado intencionadamente se desplaza un camión con cinco bomberos. En el lugar de los hechos se quedan, además del humo y las cenizas, una media de casi 500 euros de dinero público. Sólo en combustible, agua y material de extinción de incendios se queman con cada incendio 460 euros. Eso sin contar las nóminas de los bomberos o el coste de cada contenedor calcinado, en los que la Ciudad gastó más de 350.000 euros en los últimos tres años.

Son datos facilitados por el consejero de Fomento, Alberto Gaitán, en respuesta una interpelación de Vox, que no contento con el debate de 24 horas antes en sesión ordinaria, exigía al Gobierno que detallara los costes que supone la quema de contenedores y vehículos. Y las cifras son gruesas. Y así lo hizo su actual responsable, el consejero y portavoz Alberto Gaitán.

En el incendio de cada uno de los 157 contenedores que ardieron en 2020 se gastaron 500 litros de agua, en el caso de un vehículo la cantidad asciende a 900, gasto que supone 310 euros en cada actuación. Sumen a ello más de 150 euros en combustible y recarga de extintores, total 460 euros por intervención.Solo en 2020 los bomberos tuvieron que acudir a 276 incidentes de este tipo.  A ello hay que sumar 152 vehículos que ardieron también en 2020. Cifras para un problema "ampliamente debatido”, admitía el portavoz del Gobierno, Alberto Gaitán, y en el que trabajan de forma coordinada la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía de forma "satisfactoria".