Cerca de un centenar de argelinos, residentes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y muchos de ellos solicitantes de asilo se han concentrado en la plaza de los Reyes, frente a la sede de Delegación del Gobierno para protestar por el bloqueo de su salida a la Península, en contraste con el presunto trato de favor que ven hacia los subsaharianos, así como para denunciar las continuas  agresiones de las que son objeto, principalmente por “gente de Ceuta” dedicada al negocio de las pateras.

Ada, argelino, esta “cansado” de la violencia. Las mafias de las pateras les exigen dinero, presionándolos  para cruzar el Estrecho en patera, incluso bajo amenaza. Si se niegan les roban o les pegan.  “No podemos salir del CETI sin protección”, asegura. Saben que es su única vía. El traslado a la Península para los argelinos es mucho menos frecuente al darse prioridad a las familias. Ellos son todos varones. “Pero los morenos entran con violencia, con mucho ruido y los trasladan, eso es un prejuicio”, lamenta. A su espalda, cuatro pancartas miran hacia la Delegación de Gobierno clamando “Los migrantes tenemos derecho a una vida sin miedo y sin violencia”, “La tierra es un sólo país y la humanidad sus ciudadanos” “Por los derechos de las personas migrantes, ningún ser humano es ilegal” o “Stop violencia contra los inmigrantes”.

Un representante de la comitiva ha logrado acceder a Delegación para exponer su problema, según explicaban, aunque están aún a la espera de una respuesta. “Somos personas, no queremos comer y dormir en el CETI; queremos trabajar, formar una familia”, resume Ada, asegurando que no van a acampar y que quieren solo que se les escuche.