PROHIBICIÓN DE COMUNICACIÓN

La instructora del caso de la trifulca del Pleno entre Ali y Vox baraja declararla compleja de oficio

La instructora del caso de la trifulca del Pleno entre Ali y Vox baraja declararla compleja de oficio
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Imagen de la sesión del 29 de enero que tuvo que ser suspendida provisionalmente.

El cruce de insultos entre el portavoz de Caballas, Mohamed Ali, y los líderes de Vox (Juan Sergio Redondo, Carlos Verdejo y Francisco Javier Ruiz) del pasado 29 de enero en el Pleno, donde casi llegan a las manos, sigue en los Juzgados y amenaza con quedarse allí mucho tiempo pese a que las dos partes pidieron disculpas públicas por su comportamiento y, pelillos a la mar, terminaron firmando una declaración institucional en favor de la convivencia y la mesura.

La instructora del caso previa denuncia de Vox, la titular del Juzgado número 6, está estudiando declarar inicialmente "de oficio" la causa, lo que alargaría hasta un año y medio el plazo máximo de instrucción de forma excepcional, y va tomando decisiones. La primera medida cautelar que va a adoptar es prohibir a Ali comunicarse con los denunciantes, acto que está “pendiente de una diligencia policial”.

Las Diligencias Previas 44/2020 deberían aclarar si, como ha denunciado el segundo grupo de la oposición en la Asamblea, el político localista pudo incurrir en un presunto delito de amenazas graves del artículo 170.1 en relación con el 169 del Código Penal contra sus diputados y asesores y otro de posible atentado contra la autoridad del artículo 550 del Código Penal respecto asimismo de los electos del Grupo Parlamentario de Vox en la Asamblea.

La denuncia de los de Juan Sergio Redondo apela a que sufrieron “intimidación grave para que no votasen en contra de la proposición de Caballas” para negociar un Tratado de Buena Vecindad con Marruecos, todo ello sin perjuicio de ulterior calificación, tal y como han explicado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El líder de Caballas y los tres cabecillas de Vox se enzarzaron en una disputa verbal en la que estuvieron a punto de llegar a las manos. El primero defendió su propuesta al abrir la Sesión, marcada por la reciente divulgación de los supuestos mensajes islamófobos de un grupo de Whatsapp de la Gestora de los de Redondo y el abandono de dos miembros de su Grupo Parlamentario.

Redondo usó su primer turno en el uso de la palabra para acusar al localista de animar o colaborar con Vázquez y Rodríguez. Al recuperar la palabra, Ali tildó a sus interlocutores de “cobardes” y les instó a “salir a la calle” a decir lo mismo que escribían en privado.

A gritos, unos y otros se tacharon de “payaso”, “fascista”, “sinvergüenza” o “tontolaba” y la tensión acabó trasladándose también al público asistente, aunque al menos los políticos se excusaron al regresar a sus escaños.

Una semana después, Vox anunció una denuncia Ali y otros asistentes al Pleno por amenazas agravadas y atentado a la autoridad y otra “por revelación de secretos y vulneración de los Derechos fundamentales” al secreto de las comunicaciones, al honor, a la intimidad y a la propia imagen en relación con la divulgación de sus presuntos mensajes particulares arremetiendo contra la "mierda de Ceuta de Cuatro Culturas", entre otros improperios.

La instructora del caso de la trifulca del Pleno entre Ali y Vox baraja declararla compleja de oficio


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