Alrededor de 70 agentes de la Jefatura de Policía, entre ellos de la UIP y la Policía Científica, así como dos unidades caninas, una de ellas llegada de Madrid,y un dron han trabajado desde primera hora de la mañana en la búsqueda de Mohammad Alí, desaparecido sin dejar rastro hace un año y cuyos presuntos asesinos están ya en prisión. Pero, de momento, no hay noticias del cuerpo sin vida del joven. 

La Policía Científica ha recogido muestras de posibles restos que ahora deben ser analizados en el laboratorio para certificar que pertenezcan al joven desaparecido. De momento, la Policía mantiene una casi absoluta opacidad sobre los resultados del dispositivo de búsqueda.

Son ya dos días de búsqueda sin éxito visible después desde que este martes la Policía Nacional, con la ayuda de un guía canino especializado llegado de Madrid, empezara el rastreo de la zona acompañados por los tres detenidos. La búsqueda se localiza en los alrededores del Cortijo de la Higuera, en la vaguada del arroyo Calamocarro, junto a la torre de la Alquería, un antiguo complejo ahora en ruinas donde, en cuyas cercanías al parecer, habrían depositado el cuerpo de la víctima.

Ha sido necesaria además la colaboración de una brigada de Tragsa que durante toda la mañana ha estado desbrozando y retirando maleza para despejar la zona, accesible solo en parte para vehículos rodados a través de una pista forestal. La Policía ha acordonado las entradas y restringe el acceso al Cortijo de la Higuera para evitar las intromisiones en el área en la que se concentra la búsqueda.