Medio centenar de personas se ha concentrado ante las puertas del helipuerto para increpar al presidente Sánchez a su llegada a Ceuta para abordar la crisis con Marruecos. Entre insultos y abucheos, los más exaltados han roto el cordón policial abalanzándose sobre los coches oficiales del presidente y del ministro del interior Fernando Grande Marlaska. A duras penas han logrado controlar a los más violentos.

El grupo de críticos con Sánchez, han esperado durante más de una hora, enfundados en banderas  de España y camisetas de la selección nacional de polo, entre ellos el gerente de la empresa pública Obimace, llamando “lacayos” a los medios de comunicación.