La Policía local viene protagonizar hace escasas horas un inusitado y particular episodio en los aledaños de nuestro Hospital Universitario. Anoche, sobre las doce y media de la madrugada, un patrulla de la Unidad de Intervención Rápida que dispuso un control de tráfico en la calle Doctora Soraya dio el alto a una motocicleta para, sencillamente, identificar a sus dos ocupantes.

Según el Cuerpo, el copiloto del vehículo resultó ser "un viejo conocido", "una persona muy conflictiva" y "con antecedentes policiales". Dada la coyuntura, los agentes desplegados en la zona decidieron efectuar sobre el individuo "un cacheo de seguridad". Fue en ese momento cuando el sospechoso propinó un empujón a uno de los funcionarios para, acto seguido, emprender la huida monte abajo.

Claro está, varios efectivos corrieron de inmediato tras el infractor al grito de "alto, policía". Cuando parte del equipo se disponía a prenderlo, el sujeto sacó "un objeto oscuro con forma de arma de detrás de su cintura", pero no para usarlo contra los componentes de la UIR, sino para tirarlo "en un lateral del camino".

Momentos más tarde, un agente constata que se trata de "un arma de fuego real, con cargador en su armazón, municionada, con cartucho en recámara, puesto en simple acción y lista para el disparo". Instantes posteriores, el huido es interceptado, mas no sin presentar "fuerte resistencia", lesionando, incluso, a uno de los componentes.

Siguiendo el preceptivo protocolo de actuación policial, la pistola fue incautada para, posteriormente, ser presentada ante la autoridad judicial como prueba de un delito de tenencia ilícita de arma. El arrestado, por su parte, fue llevado a las dependencias del CNP para la tramitación de las correspondientes diligencias.