El policía local que disparó en el Poblado saldará sus cuentas con la Justicia pagando 7.300 euros


El policía local que disparó en el Poblado saldará sus cuentas con la Justicia pagando 7.300 euros

- La bronca comenzó, según testigos presenciales, cuando el personal del local reprochó al agente que se hubiese encendido un cigarro en su interior

- D.L.A renuncia a defenderse con la versión de que había sido atacado con un arma blanca y acepta ser condenado por un delito de amenazas

- Las actas recogen que antes de disparar advirtió: "A mí no me vacila nadie. Yo soy... A mí no me vacila nadie"

D.L.A., el policía local que la madrugada del viernes pegó tres tiros al aire a las siete de la madrugada en la puerta de un pub del Poblado Marinero tras recoger su arma reglamentaria del Cuartel, se ha conformado este sábado en los Juzgados con ser condenado a una pena de un año y medio de cárcel por un delito de amenazas.

La matemática judicial hace que, al conformarse con la pena, esta se reduzca en un tercio. Se queda entonces con un año de cárcel, pero puesto que carece de antecedentes esta condena este se muta por el doble en forma de multa a razón de 10 euros al día. Resultado, 7.300 euros del multa al margen de lo que le deparen en términos disciplinarios los dos nuevos expedientes, que según las fuentes consultadas no son los primeros en su carrera profesional, que le ha incoado Gobernación por los hechos acontecidos en el Poblado y por, a la mañana siguiente, decir que no acudiría a trabajar por tener un familiar enfermo y no reconocer que estaba detenido.

Según han explicado testigos presenciales el suceso se remonta a las 5.30 horas del viernes, cuando D.L.A., fuera de servicio, se encontraba en el pub y se encendió un cigarro. La reprimenda del personal del local derívó en un conato de enfrentamiento físico entre el agente y uno de los empleados, que fueron separados por el resto de presentes.

Aparentemente tranquilo, D.L.A. abandonó el pub por la puerta trasera y se fue. La Viceconsejería de Gobernación ha reconocido que acudió al Cuartel a recoger su arma (y dos cargadores). Tres cuartos de hora después regresó al bar, donde se quedó en la puerta mirando "desafiante" a los presentes. Siempre de acuerdo con su testimonio, acto seguido sacó su pistola y, tras encañonar a los presentes, disparó tres veces al aire.

"A mí no me vacila nadie"

El acta de conclusiones judiciales recoge que el policía local gritó al volver al pub: "A mí no me vacila nadie. Yo soy... A mí no me vacila nadie". Justo después produjo las detonaciones que oyeron los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana que le redujeron y a los que se presentó como miembro del Cuerpo de la Policía Local.

D.L.A. se ha conformado con esta versión pese a que a los policías nacionales dijo en un primer momento que había sacado su arma para repeler una agresión y a que, aún este sábado, ha asegurado a varias personas que en el pub le intentaron atacar con un cuchillo.

El mismo viernes por la mañana el viceconsejero de Gobernación, Manuel Coronado, decretó su separación del servicio y la apertura de dos expedientes contra el policía. Fuentes judiciales han explicado a Ceutaldia.com que la legislación no da margen para aplicar al caso más que un delito de amenazas. "Apuntar a alguien con una pistola puede ser, si no se aprecia intención real de usarla, incluso una simple falta, pero dado que llegó a utilizarla se llega al delito", han señalado.

Según estas mismas fuentes no cabe ninguna condena porque llevase su pistola no estando de servicio, ya que los miembros de las Fuerzas de Seguridad "pueden hacerlo".

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