REAL INSTITUTO ELCANO

Tres de cada cuatro yihadistas muertos o detenidos eran de Ceuta o Melilla

Tres de cada cuatro yihadistas muertos o detenidos eran de Ceuta o Melilla
Pintada en la barriada Príncipe Alfonso
Pintada en la barriada Príncipe Alfonso

Cuando se cumplen quince años del 11M, el Real Instituto Elcano ha presentado su último estudio sobre yihadismo global en España desde 2012 en el que concluye que este tipo de terrorismo no está protagonizado por inmigrantes musulmanes, sino por sus descendientes ya nacidos o crecidos en nuestro país. Una 'segunda generación» a la que pertenecen 6 de cada diez yihadistas detectados desde entonces y que se concentran en cinco grandes focos de radicalización: Ceuta, Melilla, Terrasa (Barcelona), Madrid y Ripoll , ligado este último municipio a la célula del 17-A de atentó en Las Ramblas,.

La novedad del estudio, firmado por Fernando Reinares, director del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo global (PRVTG), es que hasta 2011 los cinco grandes focos de adoctrinamiento, que aglutinaban el 80% de los casos de radicalización islamista detectados estaban en Madrid, Ceuta, Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) y Topas (Salamanca) que alberga una cárcel donde en 2004 se desarrolló una importante operación antiterrorista.

Las dos ciudades autónomas tienen, de nuevo, un especial protagonismo en el estudio: Casi tres cuartas partes de estos individuos condenados o muertos desde el año en que se perpetraron los atentados del 11-M pero nacidos en España proceden de las ciudades de Ceuta y Melilla. Las razones, interpreta reinares son dos: la situación de marginalidad y exclusión y la cercanía con los principales focos de proseletismo yihadista en el norte de Marruecos.

Así, por un lado, “tanto en Ceuta como Melilla hay barrios, especialmente el del Príncipe Alfonso en la primera de esas dos ciudades y la Cañada de Hidum en la segunda, cuyas condiciones de segregación espacial y marginalidad social han propiciado la penetración, a lo largo de las últimas dos o tres décadas, de corrientes fundamentalistas del credo islámico entre la población de origen casi exclusivamente marroquí que vive en esos distritos, incluyendo el salafismo en general y el salafismo yihadista en particular. Falta de urbanización, chabolismo, desempleo, analfabetismo y delincuencia denotan una ausencia efectiva de autoridad estatal que se manifiesta incluso en la imposibilidad de que las fuerzas y cuerpos de seguridad desarrollen en dichas barriadas las funciones ordinarias que son de su competencia, debido a la hostilidad e incluso agresividad con que son recibidas por sus habitantes, quienes tienden a percibir la situación en que viven como discriminatoria”.

Así, una distribución de los yihadistas condenados o muertos en España entre 2004 y 2018 según la comunidad autónoma o ciudad autónoma en que tuvo lugar total o parcialmente su radicalización dentro de nuestro país pone de manifiesto que, para esos quince años, ocho de cada diez experimentaron ese proceso en tan sólo cuatro escenarios: Cataluña –que acumula un 27,4% de los casos– y Madrid –el 26,9% de los casos–, con porcentajes muy similares, así como Ceuta y Melilla –que juntas acumularon un 25,3% de los casos, aunque 75 Radicalización el porcentaje de la primera dobla al de la segunda.

Y por otra parte, “se sabe que a finales de 2013 casi un 40% de los ya para entonces más de 800 yihadistas marroquíes que se habían trasladado como CTE a Siria e Irak procedían de localidades ubicadas en las regiones marroquíes que circundan a Ceuta y Melilla.En ambas ciudades tenían presencia cuatro de las ocho redes yihadistas transfronterizas que, entre 2012 y 2018, fueron objeto de ocho de las 13 operaciones antiterroristas desarrolladas conjuntamente entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) españoles y sus equivalentes en Marruecos. Melilla estuvo afectada por tres de aquellas redes y Ceuta por dos de ellas, aunque uno de los entramados contaba con elementos en ambas a la vez”.

Lo preocupante, subraya el estudio del terrorismo yihadista desde 2012 a la actualidad, es que los detenidos o detectados son una pequeña parte de la población musulmana en el resto del país, pero no en las ciudades autónomas donde representan una porción importante. Así, en Madrid se encuentran sólo 1,6 puntos porcentuales sobrerrepresentados en relación al porcentaje de población musulmana o de origen musulmán que vive en la Comunidad de Madrid. Pero son las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla donde esa sobrerrepresentación es mayor, de 14,5 y 10,8 puntos porcentuales, respectivamente. En otras regiones, como Andalucía y la Comunidad Valenciana, los porcentajes de yihadistas residentes en las mismas quedan significativamente por debajo –en 12,6 y 5,7 puntos porcentuales, respectivamente– de los registrados para la población musulmana o de origen musulmán que vive en ambas.

Tres de cada cuatro yihadistas muertos o detenidos eran de Ceuta o Melilla


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