En su enésimo retorno a sus años de plomo, casi siempre con los mismos protagonistas, casi siempre con las mismas historias truculentas, casi siempre con versiones encontradas y testimonios en cuarentena, la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta ha escuchado este miércoles a Mohamed Ahmed Sel-Lam ‘El Vasco’ relatar en sede judicial “la verdad, no mi verdad, la verdad”, la misma que viene relatando a quien le ha querido escuchar desde hace casi dos años a golpe de incendios y tiroteos.

El carnicero ha sido, en calidad de único testigo, el protagonista de la vista oral en la que ha comparecido ante un tribunal presidido por Fernando Tesón para dar cuenta de lo que, según su versión, vio desde la azotea de su casa el 22 de octubre de 1997, hace más de 13 años, cuando un hombre fue tiroteado en el Príncipe Alfonso, cerca del Puente del Quemadero.

Ha sido la segunda vez que los hechos, por los que se han vuelto a sentar en el banquillo cinco personas (Mustafa A., ‘Tafa Sodia’, Said A., ‘Toss’, Abdeselam C., ‘Manteca’, Mustafa M., ‘Tapiño’, y Rachid M.), son vistos por la Justicia. La primera, hace menos de medio año, fue cuando el Juzgado de lo Penal los absolvió a todos ellos. El ‘remake’ de este miércoles, que daría para una magnífica crónica del italiano Roberto Saviano, ha concedido a ‘El Vasco’ y a ‘Tafa Sodia’ sus papeles estelares. Nada de una emboscada con muchos coches, un montón de pistolas y dos cargadores descerrajados a quemarropa, como se oyó en el Juzgado en otoño.

Lo que ‘El Vasco’ ha dicho hoy que vio aquel día “alrededor de las ocho de la tarde”, minutos antes de que el Real Madrid jugase un partido de la Copa de Europa, es a ‘Tafa Sodia’ medio arrastrando a la víctima de los disparos hasta que, a la altura de la fuente que por aquel entonces se encontraba a las puertas de la barriada, este le gritó desesperado ‘Si quieres matarme mátame aquí’. Entonces, siempre según su testifical, el acusado atendió su solicitud y le pegó “dos o tres tiros”.

"Me callé porque vivo en territorio mafioso"

Según Ahmed Sel-lam después ‘Tafa Sodia’ huyó del lugar y se refugió justo debajo de su casa hasta que un coche “oscuro” le recogió. “Después de aquello tapié la callejuela”, ha asegurado ‘El Vasco’, que a instancias del Ministerio Fiscal se ha levantado y señalado sin dudar a Mustafa A. como el pistolero al que identificó “sin lugar a dudas” desde su atalaya, “a unos 70 o 80 metros de lugar de los hechos”.

Su comparecencia ha servido también al testigo para ir mucho más allá de aquella fecha, para dar pistas a la Policía, si es que no lo sabía aún, de por qué nadie denuncia nada en el Príncipe. “Me callé”, ha explicado en varias ocasiones a instancias de los abogados de la acusación particular, de la Fiscalía y de la defensa, “porque vivo en un territorio mafioso donde manda una fuerza invisible”.

“Me callé porque estaba bien, tranquilo, con hijos y sabiendo que si hablas pueden pasarte infinidad de cosas, como todos ven lo que me pasa y quién es el responsable”, ha ampliado. Los abogados de ‘Tafa Sodia’, que entienden que la única razón por la que ‘El Vasco’ ha decidido ahora contar esta historia es para vengarse de su patrocinado, han dado carrete a su declaración preguntándole por las muchas denuncias, muchas sobreseídas, que durante los últimos dos años ha presentado contra el acusado.

Le han preguntado por los tiroteos de los que también han sido víctimas familiares del Tafa, pero también, por ejemplo, por esa banda de “soldados del Infierno” a la que aludió en una de sus denuncias. Y ahí ha explotado: “Yo he vivido 50 años en el Príncipe y sé muchas cosas, pero ahora sé que estaba equivocado; no son soldados, es un ejército”, ha clamado. “Yo era uno más, un vecino anónimo, pero desde que denuncié mi vida ha cambiado y hoy me siento un privilegiado porque a mí me han pegado 26 disparos y arruinado económica y socialmente por la mafia”, ha proseguido.

‘El Vasco’ ha hablado ante el tribunal como si de un Enviado para hacer Justicia se tratara: “Soy otra persona, mi vida ha dado un giro de 360 grados por reclamar mis legítimos derechos constitucionales”, ha continuado antes de volver a señalar directamente a ‘Tafa Sodia’ como “el capo que hubo y hay en toda Ceuta”. “En los noventa lo fue del Príncipe y hoy de toda la ciudad al mando de una mafia china a la moruna, de un gobierno invisible”, ha remachado tras reconocer que hasta que empezó a hablar con la Policía su relación con Mustafa A. había sido “de buena vecindad” y de “respeto”, otra palabra polisémica según en qué mundo.

El testigo ha detallado que decidió contar lo que había visto en 1997 el verano pasado, cuando decidió contactar con la familia del tiroteado hace 14 años para pedir que le citasen ante la Justicia aún cuando su versión de los hechos no coincide con ninguna de las escuchadas en el Juzgado de lo Penal, ni siquiera con la del disparado, que aseguró haber visto cómo le vaciaban dos cargadores de nueve balas cada uno encima.

"Hablo por ideología, religión, cultura y principios"

“¿Tiene algún interés personal en que se condene a ‘Tafa Sodia’?”, le han preguntado los letrados. “No, sólo ideológico, por religión y por cultura, por principios, porque conozco mucho, porque voy a escribir un libro, porque soy buen musulmán y buen ciudadano y porque quiero ser juzgado por Dios por mis hechos, no por mis silencios”, ha referido tras negar una y otra vez que le una ningún afecto con la familia de la víctima del Quemadero.

Uno de los abogados de la acusación particular, el que defiende los intereses del disparado, ha solicitado a la Audiencia al presentar su informe final una condena para los acusados al entender que el testimonio de ‘El Vasco’ es “objetivo e imparcial” y que la “ley del silencio” justifica su retraso en aportarlo.

El otro, que encarna a otros familiares del disparado, ha cargado contra la sentencia emitida por el Juzgado de lo Penal con dureza y ha pedido a la Sala que le devuelva el caso para que lo revise de nuevo de principio a fin al entender que su veredicto no está bien argumentado y es contradictorio.

La defensa de todos los acusados ha coincidido con el fiscal en solicitar la absolución resaltando las contradicciones del testimonio del carnicero, que alguno ha llegado a tildar directamente de “invención”, y la ausencia de nuevas pruebas válidas en las que apoyar un auto divergente.

Uno de los letrados ha llegado incluso a deslizar que la testifical de este miércoles sólo pretende mantener vivo el ‘caso Kimbi’, por el que ‘Tafa Sodia’ fue condenado en 2006 a no poder vivir ni visitar la ciudad autónoma durante cinco años.