
- Los trabajos de apuntalamiento del forjado dañado todavía no han concluido
- La Policía Nacional mantiene esta noche presencia permanente en el barrio
- Incluye más fotografías dentro
- Los trabajos de apuntalamiento del forjado dañado todavía no han concluido
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Aún con el susto en el cuerpo los vecinos de Parque Ceuta suben y bajan las escaleras para sacar la basura o el perro. El ascensor no funciona, es una de las consecuencias que ha dejado el incendio que sacudió la fase dos de este barrio la pasada madrugada. Acciones cotidianas que se hacen esta noche con el inconfundible olor que ha quedado impregnado en las paredes, en las puertas, en los pomos y también en cierto modo en la retina de sus vecinos. Retinas que se encienden y llenan de tensión cuando 24 horas después recuerdan en el rellano como fue la pasada noche.
Algunos recuerdan mucho humo en su casa y “tener que subir a sacar a mi madre con un paño mojado en la cara”, en una velada y no tan velada crítica a la actuación de los servicios personados en el barrio desde las dos de la madrugada para intentar minimizar el incendio y evitar la tragedia.
Los técnicos de la GIUCE que han revisado la instalación no se fían. El forjado ha resultado muy dañado y durante toda la tarde se han llevado a cabo trabajos de apuntalamiento del lugar. Se ha trabajado con cuidado. Pero no ha dado tiempo a asegurar la zona para permitir que los vecinos pasen. Se espera que haya más suerte este martes.
Si bien la magnitud del incendio de ve con sólo asomarse a las puertas abiertas de los garajes. La tragedia pudo haber sido mucho peor.
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