Toda una vida dedicado a vender información y vinculado con el poder político de la Ciudad, Manuel González Bolorino, ‘El Bolo’, no dudó este pasado martes en levantar el teléfono para llamar al director de ceutaldia.com, Pablo Matés, para pedirle cuentas, insultar y amenazar, por la información sobre la comparecencia de su hija, la directora general de Medio Ambiente, Carmen González, en la que presentó la Feria de Movilidad Sostenible y autoconsumo energético, que se celebrará este fin de semana en el Parque Urbano Juan Carlos I. A papá le había sentado mal que ceutaldia.com fuera crítico con la iniciativa. Que contara al fin y al cabo que la Ciudad Autónoma se va a gastar 14.300 euros en pagar, vía contrato menor, a una empresa de Asturias (se ve que no las hay capacitadas en Ceuta) para organizar un evento de promoción del coche eléctrico y las placas solares, cuando el área en cuestión no ha desarrollado la normativa que permita a cualquier ceutí disfrutar de la modernidad e instalarse por ejemplo un punto de recarga de vehículo eléctrico en el vado de su negocio.

Sí, es cierto, el titular fue poco ortodoxo, y al parecer sumó el infortunio de que una de las personas comparecientes se sintió atacada en lo personal (ceutaldia.com quiere aprovechar la ocasión para disculparse por la metáfora que no era intencionada, nada sabemos de esa persona). Pero de ahí a pasar a la amenaza de agresión física hay un salto cualitativo. Más si se tiene en cuenta que se trata de alguien que se jacta de saber cómo funcionan los medios.

Lo curioso es que, cosas de la casualidad, la llamada se pudo grabar. Justo lo mismo que ha hecho crecer la fama de Manuel González y que al parecer, según se dice, le habría servido a lo largo de los años para amedrentar a propios y extraños, hasta el punto de merecer algún que otro curioso meme. “¡Si te trinco un día te pego dos piñas que te cagas!”, espetó Manuel González para la posteridad retratándose sin saberlo.

Ya contamos que en los últimos tiempos no ha dudado en usar sus tentáculos mediáticos para presionar (si es extorsión o no aún lo tienen que dirimir los Tribunales de Justicia) a varios empresarios de la ciudad, entre otros, pero no sólo, el presidente de la Cámara de Comercio, Karim Buláix, al que el periódico de su nuera y el suyo propio, le han dedicado toda una campaña, con informaciones dudosas, como poco, cuando no directamente falsas, y que entran en ocasiones en lo rosa y lo amarillo.

“Vete al carajo. Esto se lo vendes a quien tú quieras. Vete al carajo. Ya sé que somos enemigos a tope. Bueno, pues no me preocupa. Y de cuernos va a salir todo. Y yo voy a ser ahora el general de mi ejército. Iros al carajo. Eres un mierda. Eres un puto mierda. Puto mierda. Eres un golpista”, acaba profiriendo en la conversación telefónica, entre la amenaza y el insulto, González Bolorino a Pablo Matés.

Nada nuevo salvo por la grabación del audio, que retrata -como siempre que alguien profiere el insulto- a quien no tiene más argumento que la amenaza y la violencia, sea verbal o física. Papá González, siente atacada su familia por una información sobre la gestión de lo público, a donde ha llegado con cargo político su hija. Carmen González, según su testimonio, rechazó el puesto entre los cinco primeros en la lista electoral, se deduce que del Partido Popular, al fin y al cabo es cargo político del Gobierno de Vivas, pero podría ser la del PSOE. “¿Tú crees que Carmen que ha renunciado a ir entre las 5 ó 6 primeras, se merece lo que tú le estás haciendo?”, llega a expresar sin pudor alguno González Bolorino.

Y a Juan Vivas lo menciona también en el audio, para afirmar que fue el presidente quién en su día quiso despedir a Pablo Matés de otra empresa de comunicación, y fue él quien con “su colchón” vino a poco más o menos que rescatar al periodista, en un imaginario en el que los profesionales no son tales ni se les paga por su trabajo y se convierten en pura mercancía en manos de políticos y empresarios. Pero la confesión trasluce además esa relación de cercanía con el poder labrada durante años con el propio Vivas.

Una amistad con el presidente que no le impide atizarle, aunque sea de pasada, repartiendo pasquines en los que se afirma que su Gobierno desvía fondos públicos de forma dudosa hacia la Cámara de Comercio y las empresas de su presidente. Con especial mención a la responsable de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani. El mismo martes por la noche fue visto buzoneando esas octavillas por la Gran Vía, su entorno. Y el miércoles seguía el reparto de esas octavillas por el resto del centro.

Es el mismo Manuel González Bolorino que se ha cascado ya dos artículos para tratar de presionar desde la esfera pública en la elaboración de las listas del Partido Popular, en donde su hija, según su versión, ha renunciado a estar entre los 5 primeros puestos. Una presión pública en la que mezclaba sus fobias y obsesiones señalando lo inapropiado de incluir a un mujer en concreto en esas listas por ser pareja de un hombre, empresario de la ciudad. Un argumento que de facto suponía una presunción de culpabilidad sobre ella y él, su llegada al poder supondría en sí misma la corrupción del Gobierno. Y de otra, infería también un desprecio total a los méritos de ella para ocupar un puesto en la lista, porque según su argumentario no es que su amigo Juan Vivas haya visto valía en ella, sino interés en llevarse bien con su pareja, el empresario. De hecho, Vivas más que ver algo sería una especie de títere en manos de empresarios, según el argumento de esos artículos.

Ambos argumentos, además de ser falsos, los ha publicado el periódico que edita su nuera, mandamás de la Plataforma Feminista de Ceuta, Paloma Fernández Coleto, en un alarde de ¿congruencia?

Coleto es además de nuera de González Bolorino cónyuge de otro cargo político del Gobierno, el director gerente de Radio Televisión Ceuta, Manuel González, que tres gerentes después, ha sucedido a su padre al frente del ente público, en donde acaban de consolidar la plaza otro de sus hijos y su pareja.

La violencia, la amenaza, las formas, no son nuevas. Manuel González Bolorino ya las gastó en su día con uno de los empleados de la Televisión Pública de Ceuta al que le amenazó con comerle la yugular, en otro audio impagable. Son sus formas, las de la amenaza, y las que encajan con la campaña de acoso a empresarios y en especial al presidente de la Cámara de Comercio y a su Ejecutiva.

Y a todo esto, habría que sumar que González Bolorino sigue recibiendo publicidad institucional en su pantalla en la Gran Vía para la que no tiene licencia alguna, lo cuál además de ser de dominio público es de conocimiento expreso del Gobierno de la Ciudad. Curiosamente esas publicidades han salido de la Consejería de Medio Ambiente, donde su hija es directora general y de la de Educación y Cultura, cuyo titular es presidente del Consejo de Administración de Radio Televisión Ceuta, donde su hijo es también director gerente.

En la llamada, que está editada para evitar sufrimientos innecesarios a quien la escuche, no se desliza ni un sólo argumento sobre el fondo de la cuestión: ¿Está haciendo Ceuta y el área de Medio Ambiente en concreto los deberes para propiciar una transición energética hacia un modelo de ciudad sostenible o se está tirando el dinero en ferias dejando de lado otros asuntos importantes?