- sábado 20 abril 2024
Es en los pequeños detalles en los que habita el diablo. Y a veces esos pequeños detalles sirven para delatar a un asesino y resolver un caso o para arrojar el perfil oculto de una persona. ¿Quién es José Luis Fernández Medina? ¿Qué méritos ha ido acumulando para gobernar una de las sociedades municipales con mayores atribuciones en sus competencias? ¿Quién le supervisa? Y otra más, ¿quien le supervisa lo está haciendo de verdad o falta rigor en las riendas y ha acabado por creerse mucho más de lo que es y libre de toda atadura para hacer bajo sus dominios -públicos hay que subrayar- lo que considere oportuno?
Que en sólo unos pocos meses Ceuta pueda ver como por el Tarajal entran y salen mercancías de forma ordenada desterrando el porteo a la categoría de imagen del pasado, aunque vergonzante, bucólica, es un hecho histórico que ni los más optimistas del lugar imaginaron. Es indubitada, incontestable y absolutamente bueno para el futuro desarrollo de la ciudad. Para su estabilidad, su paz y su progreso económico. Las posibilidades que se abren son no diremos que infinitas pero sí enormes para amplios sectores del tejido económico local. Desde la construcción a los abastecimientos pasando por la exportación, los agentes de aduanas, el propio puerto y un largo etcétera que seguramente ahora es incluso difícil de imaginar y en el que es probable que entre, por ejemplo, el notable impacto que la “prosperidad compartida” y por ende la estabilidad da ya, hoy, no el mes que viene a los proyectos tecnológicos que apostaron por instalarse aquí y a los que puedan llegar.
“Inclusión y diversidad juvenil, LGTBI. Desarrollar actuaciones que permiten la integración e inclusión de todos. ¿Es que la gente que se identifica dentro del colectivo LGTBI no está integrada? No sé. ¿Tenemos que integrar a Carolina Pérez o Yolanda Bel, señor Vivas? No lo entiendo. ¿Es que hay personas que no están integradas? Yo creo que no hace falta (…) Basta ya de chiringuitos LGTBI. Basta ya de poner cualquier excusa para financiar eso”. Este pasaje de la intervención del portavoz de VOX en la Asamblea de Ceuta, Carlos Verdejo, puso el colofón a un desmadre de insultos y descalificaciones de lo más variado y amplio en sus dianas, el pasado lunes. Era su intervención durante el debate para la aprobación inicial de los Presupuestos Generales de la Ciudad para 2022, en los que el partido apenas sí insinúo alguna propuesta y explicitó, eso sí, una pléyade de descalificativos que evidencian cuál es su posición política y su visión de la ciudad que aspiran a Gobernar. De forma muy sintética, Ceuta, para VOX, es un infierno de delincuencia, violencia y corrupción en el que sobran todos los que por sus costumbres y estilo de vida encajen dentro de lo que ellos consideran marroquí, feminista, socialista o LGTBI. Su estilo tabernario en la tribuna, reiterado Pleno tras Pleno, es inaceptable e indigno de la cámara en la que recae la soberanía de todos los ceutíes.