Juan José Coronado
El barco de arroz
Opinión

Estepona

La primera vez que visité Estepona fue allá por el año 2000. Lo hice en compañía de unos amigos, en esa época en que, apenas superada la veintena de años, no importaba la incomodidad de hacinarnos ocho o nueve en un piso en un caluroso agosto, si aquello nos permitía pegarnos un garbeo por una costa de agosto que era un mito, por aquello de la noche, las guiris y demás.
Opinión

Girona-Ceuta: Pues al final fue que no

Esto de ser seguidor del Ceuta, además de bético, y de la selección, tiene una cosa buena y otra mala. La mala que no ganamos nada ni aunque sea a tiro limpio. La buena: relativizas la decepción, te acostumbras a ella y las contadísimas alegrías que te llevas en esto del fútbol las sueles disfrutar con intensidad, por aquello de que, para una vez que suena la flauta, no vamos a preguntarnos si es o no por casualidad.

Opinión

El lenguaje y los políticos

La desafortunadísima -y miren que lo siento, por aquello de compartir año de nacimiento con ella- intervención de Bibiana Aido ante el Congreso de los Diputados ha reabierto el que para mí es un interesantísimo debate: el de los políticos y el idioma.

Opinión

Bibiana y el idioma

Soy de los que piensan que, en política, muchas veces son más importantes las formas que los fondos. El fondo es la sustancia, más la forma anuncia el talante, el modo en el que se piensa llevar a cabo. Ejemplo: de la visita de Kennedy al Berlín de la postguerra sólo queda una frase: Yo soy un berlinés. Del resto de lo que hiciera JFK, nadie tiene ni puñetera idea.
Opinión

Este año sí

No me gusta jugar a adivino, y menos dejándolo por escrito por aquello de que queda constancia, pero este año si. Este año estaremos en Segunda A. Escribo esto 24 horas antes del Ceuta-Girona, partido que puede suponer el primer paso -nos quedan dos- para que el Ceuta pase a jugar en la División de Plata.

Opinión

Salvemos Ibarrola

No me parece mal, de entrada, que Delegación del Gobierno y Ciudad Autónoma se sienten de una vez a firmar un documento con los terrenos que a cada parte le interesa de la otra. Si se hace con acierto, creo que es una medida correcta, puesto que pasaríamos de la patadita en la espinilla y allá donde la cintura pierde su casto nombre a una verdadera colaboración institucional. Pero hay algo que, como ceutí cuyas raíces están en el barrio de las Latas -si, viví en una barraca ¿y?- no me entra en la cabeza. Y no será por falta de tamaño, por cierto. Me refiero a que se desperdicie un solar como el de Ibarrola en una Jefatura Superior de Policía.

Opinión

Bienvenido al club del sida

Una bella ciudad costera sudamericana. Una alta personalidad española. Una joven atractiva, de esas que harían perder la cabeza al más frío de los varones. Un par de copas y una noche de sexo en un hotel junto al mar. Cuando nuestro hombre se despierta al día siguiente, su amante de una noche ha desaparecido. El único rastro es una escalofriante frase escrita con barra de labios en el espejo: bienvenido al club del Sida.

Opinión

Dios y los inmigrantes

Leo en la edición digital del diario El Faro de Ceuta la curiosa historia de Matheo y Nattaniel . Son dos chicos, a los que les calculo mi edad -30- aproximadamente y a los que les tocó nacer en Somalia, salir huyendo de su país por una de tantas guerras olvidadas y aguardar varios meses ocultos en bosques cercanos a Ceuta para tratar de dar el salto al clavo ardiendo que supone alcanzar el pico europeo del continente negro.

Opinión

Primarias, ¿por qué no?

Oigo a Juan Pablo Colmenarejo entrevistar al presidente del PP en el distrito de Salamanca. De este hombre, Iñigo Henríquez, no he escuchado hablar nunca, pero qué quieren qué les diga, me convence.

Opinión

Barça-Manchester: espadas en alto

Están llamados a marcar una época. El poker de ases inglés -Manchester, Arsenal, Liverpool y Chelsea- amenaza con reeditar, en estos días, la dictadura que a finales de los 70 impusieron el eterno Liverpool, en compañía entonces del Aston Villa y del entrañable Nottingham Forest.

Opinión

Odio llevar razón

No siempre, pero si en ocasiones, llevar razón es odioso. Y el caso que ocupa portadas y llena rios de tinta en los últimos días, es de los que uno pronostica con la muletilla de "ojalá me equivoque". Me refiero, obviamente, al de la reducción de efectivos de Defensa en Ceuta.

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