El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, acompañado de los consejeros de Presidencia y Fomento, Mabel Deu y Néstor García, han visitado la barriada Alcalá del Valle para comprobar la culminación de una "obra compleja" que ha desarrollado Tragsa con un coste por encima de los 400.000 euros y en la que no ha podido acometerse mucho de lo inicialmente proyectado y prometido.

Una obra “compleja”, explicaba el presidente Vivas, no solo por la empinada orografía sino también desde el punto de vista patrimonial porque había dudas sobre a quién le correspondía realizar esta actuación, si al Ministerio del Interior o a la Ciudad, recuerda, aunque finalmente fuera el Gobierno local quien acometiera el proyecto con una encomienda de gestión a Tragsa ante el peligro de derrumbe del talud..

La titularidad de Interior y su negativa rotunda a ceder terreno para ensanchar el vial de acceso a la barriada ha impedido llevar a cabo muchas de las infraestructuras que aún se anuncian en el cartel de la obra pública al inicio de la cuesta de Alcalá del valle, como son el carril bici o el nuevo acerado. Pese a ello, la Ciudad, ha explicado Vivas, se puso manos a la obra para sacar adelante la obra ante el peligro de desprendimientos del talud sobre el que reposa la barriada. “Siempre ha primado el interés del vecino”, ha resumido el presidente. 

Siete meses después del inicio de las obras en marzo de 2018 la reforma de los accesos a la barriada están listos, asegurando además con micropilotaje el firme, que presentaba numerosas grietas en un tramo de casi cien metros, anchando el vial a los 3,5 metros en su punto más ancho.

Poco después, presidente y consejeros se han desplazado hasta Pozo Rayo, donde la Ciudad, a través de Obimace, ha construido un aparcamiento con 50 plazas para el Campus Universitario y los vecinos de la zona.