Sara Abdeselam JxD
Sara Abdeselam.

Sara Abdeselam Ahmed, miembro de Jóvenes por la dignidad (JxD).

Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, volvía a hacer de las suyas tras declarar Jerusalén como capital de Israel, humillando así al pueblo palestino, un pueblo que siempre ha defendido, escoltado, aguardado y querido su capital, Jerusalén, un ataque y un insulto directo a los habitantes de Palestina, cristianos, musulmanes y demás.

Parece ser que no es suficiente la opresión y la ocupación que llevan aguantando los palestinos medio siglo, sí, 50 años de desesperación, sin saber si mañana ocuparán un trozo más de sus tierras. No, no es suficiente con ver como una madre llora por aquel hijo que fue a defender su tierra con piedras y no volvió; no, no es suficiente ver como niños lloran y gritan por una Palestina libre; no, no es suficiente porque los intereses geopolíticos de algunos están por encima de los derechos humanos, están por encima de las vidas y de las tierras que pertenecen a un colectivo que solo quiere vivir en paz.

La respuesta del gobierno español ha sido negarse a la decisión del presidente de los Estados Unidos, pero... ¿es suficiente? , decir: "no estoy de acuerdo", y seguir como si nada, deberíamos ser más contundentes en nuestras respuestas, más firmes, más eficaces, y más convincentes, se está violando la paz, se está poniendo en riesgo el futuro, y el futuro es de todos, y todos debemos velar por el.

Jerusalén es a Palestina lo que Madrid es a España y eso nadie lo va a cambiar, porque los palestinos seguirán defendiendo su estado y su capital, le pese a quién le pese.

No queremos ver como las calles de Palestina se visten de tanques del estado de Israel, un estado que para nada busca la paz, un estado que se ha alegrado del ataque al corazón de Palestina, queremos ver una Palestina libre, una Palestina cuyos hijos e hijas conviven con distintas religiones en paz, esa es la Palestina que queremos.

Ahora mismo solo puedo recordar un poema de Tawfiq Az-Zayyad "NO NOS IREMOS" que dice lo siguiente:

“Aquí sobre vuestros pechos persistimos, como una muralla,

hambrientos,

desnudos,

provocadores,

declamando poemas.

Somos los guardianes de la sombra,

de los naranjos y de los olivos,

sembramos las ideas como la levadura en la masa…

Cuando tengamos sed

exprimiremos piedras, 

y comeremos tierra 

cuando tengamos hambre,

¡PERO NO NOS IREMOS!

aquí tenemos un pasado,

un presente,

y aquí está nuestro futuro”