El Gobierno de Marruecos ha optado por un plan especial para poder llevar a cabo con garantías sanitarias contra la pandemia de COVID-19 el ritual del sacrificio de corderos en la fiesta del Eid el Adha, la festividad más importante del año en el país. Las autoridades marroquíes, según explica la agencia MAP, expedirán autorizaciones especiales y harán pasar test del coronavirus a los carniceros profesionales y ambulantes. Asimismo, deberán protegerse con  mascarillas faciales y productos desinfectantes que facilitará el Gobierno.

El Gobierno no ha prohibido el sacrificio en el propio domicilio, una costumbre muy habitual en Marruecos, al igual que sucede en Ceuta, pero sí recomienda que se "tenga cuidado en tratar solamente con personas provistas de autorizaciones locales y no recurrir a ninguna otra persona, para preservar su salud y seguridad".

La Pascua del Sacrificio supone un reto para Marruecos en plena pandemia ante una festividad que provoca desplazamientos y grandes celebraciones familiares que se prolongan durante varios, así como el sacrificio de cuatro millones de corderos, según datos de EFE.