Las plantas han acompañado al ser humano desde tiempos remotos. Tanto a modo de entorno como de exhibición del poder adquisitivo, la decoración toma partido con una gran cantidad de beneficios. Desde su capacidad de filtrado y de reducción del estrés, hasta la simple contemplación de una belleza viva, las plantas arraigan como la identidad se adhiere a nuestro hogar.

Naturaleza e identidad

La decoración de nuestro hogar, el lugar donde erigiremos mediante la experiencia y los recuerdos todo un tótem a la vida, está tan ligada a la identidad como las plantas a la luz del sol. Tratándose también de incluso una disciplina artística, nuestro abordaje personal tras las fronteras del interiorismo requiere de grandes dosis de personalidad. Y no sólo porque de ello surgirá una decoración verdaderamente honesta, sino porque nuestro entorno íntimo dice mucho de cómo somos en realidad. Esa es, sin duda, nuestra más certera naturaleza. Y si, además, incluimos en nuestro arsenal decorativo la presencia de una bonita planta, estrecharemos nuestro vínculo con el planeta Tierra.

Las plantas constituyen por excelencia uno de los elementos más representativos de la decoración doméstica. Como si se tratase de un eco de nuestro pasado, cuando nuestra carne era custodiada aún por el resguardo y la belleza de la vegetación, las plantas irrumpen en nuestro hogar como ídolos que ejemplifican nuestro talante por vivir. Razón por la que las Plantas be.green, una tienda online de plantas centrada en la decoración del hogar y el cuidado de cada detalle de diseño, se ajustan a toda expectativa brindando la planta perfecta. Esa planta que nunca muere y que, más que un elemento decorativo, forma parte ya de la propia identidad.

Dándolo todo des del cobijo en la maceta

Si bien el cuidado de las plantas en nuestro hogar exige algo de sacrificio, bien llevado si se realiza con constancia, se trata también de un efecto de doble espejo. Las plantas, seres vivientes cuya belleza jamás compromete sus virtudes, se alimentan de nosotros tanto como nosotros de ellas. No se trata únicamente de una cuestión de intercambio de energías, sino de una reciprocidad con la que todos ganamos. Además de depurar el aire, y bajo un cuidado mimoso y tierno, las plantas también mejoran nuestro estado de ánimo, ayudan a dormir mejor e incluso actúan como componente terapéutico. Motivo por el que, decorando también el hogar, son capaces de decorar nuestros sentidos.

Asimismo, las plantas revitalizan nuestros hogares de un modo en el que ningún otro elemento es capaz de hacerlo. A pesar de cuantos objetos memoriales expongamos en nuestras estanterías, las plantas tienen el poder de realzar y dignificar el ambiente. Más aún si se incluye alguna de las Macetas que proporciona Be.green, cuidadas al detalle y cuyos diseños abarcan desde la apariencia más minimalista y tradicional, hasta los estilos más exóticos y étnicos. Todo un vasto repertorio mediante el que ajustar la planta perfecta a aquella maceta que más defina nuestra personalidad. Y todo eso sin mencionar su relación con la necesitada sostenibilidad.

Decoración y sostenibilidad

Apostando por una planta en lugar de un objeto decorativo común, establecemos en nuestro hogar un filtro contra agentes tóxicos, humedades y otros elementos negativos. Pero, del mismo modo, también evitamos adquirir artículos, muy a menudo compuestos de plástico, cuya producción y tardía degradación arremete contra el medioambiente. En la misma línea, criar a nuestros hijos en un entorno repleto de plantas estimula su noción sobre el planeta al que pertenecen. Un modo de hacer entrar la naturaleza en casa y permitir que los más pequeños aprendan, y entiendan, la importancia de las plantas en nuestro debilitado ecosistema.  

Cuanto a su mencionado cuidado, dicha actividad puede ser, además de reconfortante, francamente útil para establecer un mayor vínculo con la naturaleza. Además, el uso de herramientas de jardinería, como las que proporciona Be.green en un pequeño kit, contribuye a fortalecer nuestras nociones como manitas del hogar. Así como también nos confiere una sensación de utilidad instructiva, divertida y que fomenta nuestra atención al detalle. Tanto se trate de un bonito trío de suculentas o de un helecho de Boston, como una higuera de hoja de violín o una planta del pimiento. Recogidas en una cómoda y práctica maceta o suspendidas en el aire.

De la productividad a la revitalización

Tocando el estadio productivo, múltiples estudios han demostrado que las plantas también contribuyen a nuestro rendimiento. Gracias a la combinación de factores como la reducción del estrés, el embellecimiento del entorno laboral o la simple opción de distraerse y relajarse unos segundos para contemplar su belleza, las plantas son ideales en el entorno laboral. Una perspectiva muy a tener en cuenta, en especial para quienes teletrabajan hoy en día y requieren de un detalle que revitalice el escritorio o el despacho a fin de desconectar un poco. También en ese sentido, y de gran utilidad, las plantas insonorizan levemente los sonidos, por lo que trabajar sin molestos ruidos del exterior se convierte en una realidad.

Eso sí, siempre recordando que las plantas deben cuidarse con sumo mimo, ya que, al hacerlo, también cuidamos de nosotros mismos. Es por dicho motivo que Be.green incluye en su catálogo recomendaciones sobre los cuidados de cada planta, dado que cada tipo requiere de una dedicación distinta. Tomando algún ejemplo, mientras que un bonsái ficus ginseng exige luz directa y un riego moderado, una planta cuervo precisa de luz indirecta y no requiere de un exceso de humedad. Como nosotros, cada planta es un mundo que pertenecerá al universo de intimidad e identidad que forjamos en nuestros hogares. Y, por ello, tanto con un aloe vera como con un árbol del olivo, una casa con plantas es una casa asombrosa, auténtica y sumamente viva.