La Unión Europea volverá a considerar a Ceuta 'región menos desarrollada', es decir, con un PIB per cápita inferior al 75% de la media, en el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027 después de haber sido tratada por un efecto estadístico como 'región más desarrollada' en el periodo 2014-2020 que expira. Igual pasará con Melilla, que dejará de ser 'región en transición' para recibir el mismo trato, algo que no solo afecta a las cantidades de fondos comunitarios que se perciben sino también a los objetivos a los que pueden destinarse y a la tasa de cofinanciación.

Según el Gobierno central, ello permitirá paliar los perjuicios directos que conllevaría para las ciudades autónomas la desaparición de la asignación directa [50 millones de euros para ambas por periodo] que habían recibido desde 2007 y que ya no se recoge para el próximo periodo de programación.

"Ni Ceuta ni Melilla han desaparecido del MFP 2021-2027, pero sí han visto modificada su clasificación regional, lo que lleva a una variación en las claves de reparto utilizadas”, ha explicado el Ejecutivo de Pedro Sánchez a la diputada nacional caballa, Teresa López (Vox), a la que ha asegurado que “si bien ha desaparecido una asignación específica del literal del acuerdo, ello no significa que el volumen de fondos destinado a estas regiones vaya a verse afectado”.

Según sus pronósticos, “al contrario, en buena medida se verá reforzado por medidas adicionales adoptadas en el marco de la negociación que permitirán atender las peculiaridades de estas dos ciudades autónomas y cumplir con los objetivos de cohesión económica y social en ambas”.

La política de cohesión seguirá invirtiendo en todas las regiones en función de las mismas tres categorías de regiones (menos desarrolladas, en transición o más desarrolladas). El método de asignación de los fondos continuará teniendo en cuenta, en gran medida, el PIB per cápita, pero se añaden nuevos criterios (desempleo juvenil, niveles educativos bajos, cambio climático y acogida e integración de inmigrantes) para "reflejar mejor la realidad sobre el terreno".

Las regiones ultraperiféricas seguirán beneficiándose de una ayuda especial de la UE. En 2013, el acuerdo final del Consejo de Europa recogió que "para atender a las dificultades que plantea la insularidad de determinados Estados miembros y la lejanía de determinadas zonas de la Unión Europea" se asignaría a Malta y Chipre una dotación adicional de 200 y 150 millones de euros, respectivamente, con cargo al objetivo de "Inversión en crecimiento y empleo", así como otra de 50 millones de euros para Ceuta y Melilla "con cargo a los Fondos Estructurales". Igualmente se acordó destinar a la región ultraperiférica de Mayotte una dotación adicional de 200 millones de euros con idéntica fuente.

El párrafo de referencia sigue existiendo en el pacto cerrado en Bruselas esta semana, pero las ciudades autónomas han desaparecido de su redacción. Ahora solo recoge que "para atender a las dificultades que plantean la insularidad de determinados Estados miembros y la lejanía de determinadas zonas de la Unión Europea, Malta y Chipre recibirán cada uno una dotación adicional de100 millones para los Fondos Estructurales en el marco del objetivo 'Inversión en crecimiento y empleo". También se asignará a las regiones septentrionales de escasa densidad demográfica de Finlandia una dotación adicional de100 millones con cargo a los Fondos Estructurales.