manifestación feminista
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Plataforma Feminista


El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se celebra el 11 de febrero. Fue proclamado en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas. Este Día es un recordatorio de que las mujeres y las niñas desempeñan un papel fundamental en las comunidades de ciencia y tecnología y que su participación debe fortalecerse.

Un poco de historia

El 22 de diciembre de 2015, la Asamblea General decidió establecer un Día Internacional anual para reconocer el rol crítico que juegan las mujeres y las niñas en la ciencia y la tecnología, a través de la Resolución A/RES/70/212. 

La igualdad entre hombres y mujeres es una prioridad global de la UNESCO, y el apoyo a las jóvenes, su educación y su plena capacidad para hacer oír sus ideas son los motores del desarrollo y la paz.

La ciencia y la igualdad de género son fundamentales para el desarrollo sostenible. Aun así, las mujeres siguen encontrando obstáculos en el campo de la ciencia: menos del 30% de investigadores científicos en el mundo son mujeres.

Hay personas que creen que se eligió el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la ciencia, por Hipatía de Alejandría, que según parece, nació el 11 de febrero y fue la primera mujer científica registrada en la historia.

Hacer frente a algunos de los mayores desafíos de la Agenda para el Desarrollo Sostenible -desde la mejora de la salud hasta el cambio climático- dependerá del aprovechamiento de todos los talentos. Eso significa conseguir introducir a más mujeres en estos campos. La diversidad en la investigación amplía el número de investigadores talentosos, aportando una nueva perspectiva, talento y creatividad.

¿Por qué un día de la Mujer y la Niña en la ciencia? 

Los aportes de las mujeres a las ciencias, tanto en el pasado como en el presente tienen poca visibilidad y reconocimiento. Entre 1903 y 2015, solo 17 científicas han ganado el premio Nobel de Física, Medicina y Química.

Tanto en España como en la Unión Europea se han aprobado directivas y leyes para trabajar en generar cambios estructurales, necesarios para que, tanto en las instituciones científicas y en los centros de investigación, la mujer pueda llegar a carreras científicas y técnicas, a continuar con su carrera investigadora e incluso a alcanzar puestos de liderazgo en la investigación. Aunque se está consiguiendo un aumento en la participación de las mujeres en las carreras de grado superior, la brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas todavía persiste.

Según datos de la UNESCO, entre los años 2014 y 2016 solo alrededor del 30% de las mujeres habían elegido estudios superiores dentro del campo de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y matemáticas. Así, los datos revelan que en carreras de tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), las matriculaciones son del 3%; en ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, son de un 5%, y en ingeniería y construcción, de un 8%, lo que resulta particularmente baja la participación de la niña y la mujer en este tipo de carreras.

Estas cifras pueden deberse a las ideas preconcebidas que asocian una menor brillantez intelectual del género femenino y que empiezan a afectar a las niñas con seis años de edad, según indica un estudio publicado en la revista Science.

Es por ello que hay que fomentar y promover la cultura científica y la igualdad de género desde la infancia para evitar los estereotipos sociales y fomentar modelos de mujeres científicas y tecnólogas. Es muy importante que las niñas conozcan que hay mujeres científicas muy importantes en su propio entorno.

Una brecha importante en la que tenemos que seguir trabajando es lograr una composición equilibrada entre mujeres y hombres en todos los ámbitos de responsabilidad de la carrera investigadora. El liderazgo de la investigación es una barrera todavía difícil de salvar. Las desigualdades aumentan a medida que se avanza en la carrera investigadora y en los órganos de gobierno.