MYOUROPE

La (doble) lengua bífida de Ceuta

La (doble) lengua bífida de Ceuta
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Imagen de recurso.
La experta en Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Zaragoza Ángeles Vicente presenta en el espacio de reflexión académica MYOUROPE del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra la doble diglosia de la población caballa.

Como sociedad compleja que es, Ceuta habla con al menos dos lenguas. O una bífida, en el caso de la mitad de su población, la de origen árabo-musulmán. Tan singularidad genera a veces prejuiciosos debates en la Asamblea, pero fuera del microcosmos caballa tal singularidad llama la atención sin tantos reparos pseudonacionalistas. El espacio de reflexión académica MYOUROPE del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra le ha dedicado la tarde de este miércoles con la experta en Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Zaragoza Ángeles Vicente, que hace ya más de diez años publicó el libro ‘Ceuta: una ciudad entre dos lenguas’, como ponente.

Según ha expuesto a los asistentes en vivo y de forma telemática a su conferencia, la ciudad autónoma muestra actualmente una “doble diglosia”, por un lado entre ‘la dariya’ ceutí y el castellano y por otro entre los hablantes de la primera lengua, que “se muestran orgullosos de su lengua materna, pero al mismo tiempo la infravaloran frente al prestigio del árabe clásico, oficial en 22 países, por razones religiosas o culturales”.

Es el fruto de muchos siglos de evolución. En una ponencia titulada ‘La comunidad musulmana de Ceuta: ¿oriundos o inmigrantes?’ la conferenciante se ha remontado hasta los orígenes, allá por el siglo VIII, de la presencia árabe e islámica en la ciudad.

Entonces oda la región que rodea Ceuta fue “arabizada” desde Oriente en “dos procesos paralelos de islamización y arabización de la población bereber con la que se encontraron en la zona”. “La islamización era el objetivo y se llevó a cabo con mayor éxito y rapidez, pero la arabización para llevar la lengua árabe como materna y no sólo vehicular”, ha indicado la especialista, “fue mucho más lenta, pues para ello hacen falta dos o tres generaciones”.

Su “éxito” no fue tal, de hecho, hasta el siglo X, cuando en el año 931 el Califato de Córdoba se anexionó la ciudad norteafricana. “La importancia de su pertenencia fue grande porque llegaron muchas influencias de Al Andalus: cultural, lingüística, etcétera, y Ceuta adquirió un nivel bastante elevado con la construcción de una Madrassa, una escuela de religión islámica, y una Escuela de Gramática, lo que la proyectó como agente arabizador de su entorno geográfico”, repasó Vicente.

ángeles vicente

La conquista portuguesa aniquiló la presencia musulmana hasta mediados del siglo XIX, cuando comenzó a dejarse entrar en la ciudad a los ‘moros de paz’, que no podían pernoctar en ella hasta, en casos puntuales, a partir de 1860. Ese segundo estadio de arabización se alargó hasta la segunda mitad del siglo XX” y el tercero arrancó “tras la formación de Marruecos después del Protectorado de España y Francia”.

'La dariya' ceutí como "salvaguarda de identidad"

En 1930 se formaron las “barriadas musulmanas” por el Campo Exterior, que fueron configurando una ciudad en la que todavía hoy “la repartición de la población por su credo y origen no es homogénea”, como tampoco lo era dentro de la parte islámica según llegasen del Rif, el Yebala o más al sur. Vicente ha ido avanzando hasta pasar por los años ochenta, las reivindicaciones de la nacionalidad española (el INE cifró entonces en unos 15.000 el número de musulmanes en Ceuta) y el movimiento sociopolítico de los noventa “que a partir de la religión y la lengua ha servido para construir una identidad musulmana en la que el árabe ceutí se convirtió en salvaguarda contra la pérdida de la identidad por la presión del castellano como lengua dominante”.

“La población cristiana es monolingüe o bilingüe con otras que no es el árabe y la musulmana muestra diferentes grados de bilingüismos entre el árabe y el español”, explicó Vicente en el espacio de reflexión académica MYOUROPE

La Ceuta de hoy es un territorio con alrededor de un 50% de ‘cristianos’ y otros tantos musulmanes como comunidades mayoritarias “en el que la lengua oficial es el castellano como territorio español que es y ‘la dariya’ de Ceuta, el árabe ceutí, la lengua materna de gran parte de la población”, cuya enseñanza o introducción en las escuelas y "mayor presencia social" se ha reivindicado por "algunos partidos" sin "mucho éxito".

“La población cristiana es monolingüe o bilingüe con otras que no es el árabe y la musulmana muestra diferentes grados de bilingüismos entre el árabe y el español”, ha dibujado la realidad actual la experta, que ha indicado que el árabe ceutí “tampoco ha sido homogéneo entre zonas como Benzú o el Príncipe Alfonso, algo muy influido por la procedencia más o menos rural de las mujeres, mayor en la primera, que son las que transmiten la lengua materna, de cada zona”.

Esas diferencias tienden hacia su desaparición por la influencia de los jóvenes (que se describen tan españoles como musulmanes, sin que lo segundo influya en lo primero) y sus conexiones con la población marroquí coetánea de Tetuán o Tánger.

"Desde el punto de vista de la población de cultura cristiana se muestra un gran desprecio y desconocimiento hacia la dariya, tanto sobre su origen como sobre su estatus, pese a estar muy presente en sus vidas diarias en la calle, el mercado, el autobús…", ha completado Vicente.

La (doble) lengua bífida de Ceuta


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