La situación no era boyante antes de que la pandemia pusiera el mundo patas arriba, pero desde marzo de 2020 se han encendido las alertas en la tesorería del Puerto de Ceuta, que ha visto como dejaba de ingresar más de cinco millones de euros en el último ejercicio. Un nuevo handicap para el Puerto ceutí, ,que ya venia peleando porque se aumentara la compensación por las bonificaciones, que solo devuelven 3,5 millones de los más de cinco que suponen cada año las ayudas al transporte de residentes. 

Ahora, con la crisis de la pandemia, con el tráfico de mercancías reducido al mercado interior y la frontera bloqueada y restricciones a la movilidad, los ingresos se han desplomado, obligando a la Autoridad Portuaria, ha explicado su presidente Juan Manuel Doncel, a pedir una póliza crediticia para gastos corrientes. “Hoy estamos equilibrados, pero justos justos, entrando en una situación delicada. Esta situación no se puede mantener por mucho tiempo y no puedo seguir recurriendo a pólizas crediticias”.

Un mensaje de socorro que el presidente de la Autoridad Portuaria de Ceuta, Juan Manuel Doncel, asegura que ha trasladado reiteradamente a Puertos del Estado, donde encuentra la “sensibilidad”, ante la situación singular del Puerto de Ceuta ante esta crisis, pero en el que de momento no ha encontrado nada más, sin medidas o compromisos que puedan paliar la situación. La ampliación de la compensación por las bonificaciones, que pasó de 2,2 a 3,5 millones de euros ayuda, “no es suficiente, es una tirita en una herida que está sangrando”, lamenta el responsable de la Autoridad Portuaria. Doncel ha asegurado que cuenta también con el apoyo de "puertos amigos" como el Cádiz o Algeciras, así como la “sensibilidad” de la Ciudad y la Delegación de Gobierno, quien gestiona una reunión entre la Autoridad Portuaria de Ceuta y la Secretaria de Estado para abordar la situación “delicada” del Puerto de Ceuta, una infraestructura y un servicio esenciales para el desarrollo de Ceuta y única conexión de los ceutíes con la Península. 

La singularidad de Ceuta y de su puerto hace que los condicionantes sean mayores a la hora de enfrentar esta crisis, apunta Doncel. Un puerto, que, a diferencia de la mayoría con la excepción de Melilla, está estrechamente vinculado a una frontera que ahora está cerrada y de la que dependían buena parte de sus tráficos, lo que ha reducido a la mínima expresión el tránsito de personas y mercancías y con ello los ingresos. “Hoy por hoy el tráfico está cerrado y el sistema tiene que garantizar la suficiencia financiera del puerto de Ceuta”.