JORNADAS DE HISTORIA DEL IEC

El tren al que no le sentaba bien la paz

El tren al que no le sentaba bien la paz
Ferrocarril Ceuta-Tetuán ARCHIVO DE CEUTA
Ferrocarril Ceuta-Tetuán ARCHIVO DE CEUTA

Joan Alberich, doctor en Geografía por la Autónoma de Barcelona, experto en la geografía de la población, la movilidad es también un experto en ferrocarriles y en especial en los del Protectorado y tiene muy claro el reparto de culpas en el fracaso de la línea Ceuta-Tetuán y son dos los culpables: el ingeniero que, por ahorrar costes, decidió que fuera una línea de vía estrecha y la paz. Sí, la paz.

Aunque el tren arrancó en 1918, casi cuarenta años antes, en 1881, ya se barajaba la idea de una línea férrea que penetrara en continente africano con Ceuta como cabecera en un proceso de expansión que pretendían llegara hasta Cabo Verde, explica Alberich en la segunda jornada del ciclo dedicado a línea de ferrocarril entre Ceuta y Tetuán del Instituto de Estudios Ceutíes. Apostaban por esta idea desde la Gaceta de los caminos de Hierro, que volvería a insistir en 1884 y en 1910

Panoramica Estación deFerrocarril Ceuta-Tetuán ARCHIVO DE CEUTA

Pero no sería hasta 1910, cuando ya el Puerto de Ceuta era una realidad cuando el proyecto se retoma en serio con el objetivo de asentar el dominio de España en el Norte del continente africano y usar a Ceuta de cabecera para vertebrar el naciente Protectorado con el tren como instrumento político, mensaje a los “indígenas” de la potencia y el poderío bélico” de España, recuerda Alberich, pero también como instrumento económico y militar.

Un ahorro de costes fatal

El proyecto arrancó en abril 1913 y la primera mala decisión, que terminaría siendo fatal para el futuro y las ambiciones de la línea, se tomó pocos meses después en octubre de 2015, cuando por consejo de los ingenieros y para ahorrar costes, el ancho de vía pasaba de las medidas internacionales, de 1,45 metros a solo un metro, menos costosa y que permitía radios de curva más estrechos abaratando mucho los costes pero impidiendo conectar con las líneas proyectadas entre Tánger y Fez y con Larache.

Entre 1920 y 1930 la línea rodaba a toda máquina, con los ingresos doblando a los gastos, pero llegó la paz. Con Abdelkrim neutralizado y el Protectorado viviendo un periodo de calma, las carreteras volvieron a ser seguras y transitables, bajó el precio de la gasolina y el tren empezó a languidecer. Se barajó conectar la línea con las de Fez y Larache, pero el ancho de vía obligaba a rehacer el trazado, explica este experto en los trenes del  Protectorado y su papel en la historia.

La línea Ceuta-Tetuán sobrellevó el bache hasta que otro conflicto bélico la revitalizó: la Guerra Civil. Tras el golpe militar del general Franco, entre 1937 y 1939, la línea volvió a cosechar beneficios que pronto, con el fin de la guerra volverían a ser pérdidas. En 1940, el Estado recuperó el ferrocarril a Tetuán integrándolo en FEVE. Era la penúltima estación.  

Joan Alberich, doctor en Geografía por la UAB

El tren al que no le sentaba bien la paz


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