En las casas de hermandad de la Flagelación y Amargura rezan mirando al cielo de reojo. La previsión de lluvia dispersa y los cambios del tiempo en las últimas horas obligan a retrasar la decisión hasta el último momento. La última palabra la tienen las hermandades.

“Es lo peor que podía pasar, si llueve que llueva pero así…”, dice un cofrade de la Flagelación señalando el traicionero sirimiri que trae el Levante y que rocía parsimonioso la calle Teniente Pacheco. Aun así, explica, no decidirán hasta última hora si salen o no.

“El tiempo cambia mucho”, confían. “Pero las previsiones dan lluvia, mucho más que ahora”, cabecea, Luján, otro cofrade de la Flagelación que empieza ya a resignarse. Cruzan los dedos y confían que las previsiones yerren como tantas. Desde el Consejo de Hermandades y Cofradías de Ceuta apuntan que las previsiones son mucho más claras para el Jueves Santo y Viernes Santo, no así para este miércoles en el que debería procesionar Flagelación y Amargura.