La Delegación en Ceuta de la Fundación Cruz Blanca está desarrollando su VII Escuela de Verano conforme a las normas y recomendaciones establecidas tanto por el Ministerio de Sanidad como por la propia entidad para prevenir contagios de la COVID-19, lo que ha obligado a reducir el número de participantes en comparación con respecto a otros años, recorte que se ha paliado aumentando el número de turnos.
Las actividades a desarrollar se han centrado tanto en línea educativa enfocada al cuidado del medio ambiente en los anteriores turnos ya finalizados y sobre la sensibilización de las personas mayores que se llevará a cabo este viernes en coordinación con la Casa Familiar.
Esta línea "va en consonancia a nuestro objetivo de trabajar aunque sea de forma transversal, aspectos y temáticas que creemos importantes incidir desde los más pequeños y jóvenes como la prevención del racismo y la xenofobia o la violencia de género y otras centradas ya en actividades relacionadas con el verano, como las salidas a las playas para desarrollar dinámicas y juegos, yincanas culturales por la ciudad, actividades en la zona en la del Mirador de Isabel II y disfrute de un día de Parque Marítimo; todo ello con la complementación de la contratación con otras empresas que nos facilitan siempre con precios especiales y asequibles a nuestra disponibilidad como Ceuta Kayak, Ludoteca Pumuky Ceuta, Papelería Imperial, Restaurante Rigoletto, Autobuses Rico para los diferentes desplazamientos y Supermercado ABALI, nuestro proveedor del Supermercado Social que nos ha donado los desayunos, Protección Civil y Mascarillas Solidarias que nos facilitaron las mascarillas acorde a nuestros colores para todos los participantes".
Los menores participantes proceden de diferentes contextos y organismos donde trabaja la Fundación como son los Centros de Menores, Asociación Digmun, los CEIP Reina Sofía y Príncipe Felipe, algunos del proyecto de fútbol propio Amistad Deportiva Cruz Blanca y de la barriada del Príncipe en general; todos ellos "con necesidades de ocio y tiempo libre y acceso actividades lúdicas debido a una gran variedad de deficiencias y exclusión en la que se encuentran tanto ellos como sus familiares".
"Hacemos bastante hincapié en la intervención con nuestros menores de forma permanente durante todo el año y desde diferentes líneas de trabajo, realizando así intervenciones integrales que van desde programas educativos, deportivos y lúdicos hasta entrevistas psicosociales para ir detectando otras necesidades que puedan pasar desapercibidas", han indicado desde la Fundación, donde dicen ser conscientes de que "esta pandemia y el confinamiento han causado mayores secuelas en la infancia y juventud que ha tenido que responsabilizar en sus humildes hogares e ir en contra de su propia naturaleza de salir, jugar y desprender toda esa energía que les caracteriza".
Carlos Lorente ha destacado que "la felicidad y alegría que transmiten los participantes por poder asistir es lo que nos hace buscar fórmulas constantemente para dar soluciones a las necesidades y que intentemos siempre llegar hasta nuestro máximo, con un gran equipo de profesionales que por encima de todo, cree en lo que hace; por supuesto no podemos obviar el esfuerzo de nuestros financiador principal como Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social a través del Fondo de Asilo, Migración e Integración".
El proyecto terminará el martes de la próxima semana con una jornada lúdica de playa en la que los jóvenes pasarán todo el día "realizando diversas actividades acuáticas y educativas para aquellos niños y niñas que no han podido beneficiarse de la Escuela de Verano y puedan tener la sensación de haber pasado un día diferente en este verano atípico".