La Fundación Cruz Blanca ha sido distinguida con el Premio Menina 2020 de la Delegación del Gobierno "por la implicación y trayectoria de esta institucion en la concienciación, sensibilización y prevención de la violencia de género y de la trata de mujeres con fines de explotación sexual" y por su "apuesta clara por la defensa de los derechos humanos desde un enfoque de género, posicionándose siempre del lado de las víctimas y ofreciendo todos los recursos disponibles para favorecer su recuperación integral".

Este galardón consiste en una estatuilla de forja realizada en los talleres ocupacionales de los centros penitenciarios de Ocaña I y Málaga. Su elaboración artesanal constituye un aprendizaje, una fuente de ingresos y un afán de reinserción.

Esta Fundación lleva trabajando con personas en situación o riesgo de exclusión desde su constitución en 1969. Desde su creación en 2004, la Fundación atiende con especial vocación a mujeres en situación de vulnerabilidad.

El centro San Vicente de Paúl de Ceuta desarrolla desde el año 2013 el programa 'O'cambalache' de Atención a Mujeres "dando cobertura a un colectivo de personas altamente vulnerables, como son las mujeres en situación de prostitución, victimas de trata y víctimas de violencia de género". A lo largo de estos años han atendido con más de 1.100 mujeres .

Uno de los pilares de su trabajo "ha sido y es la intervención comunitaria que realizan en el barrio del Príncipe Alfonso, donde uno de los objetivos principales es prevenir la violencia contra las mujeres y trabajar para favorecer la igualdad", según ha puesto de relieve la institución de la Plaza de los Reyes, que ha recordado que "han puesto en marcha campañas de prevención y sensibilización tanto en los colegios como en la misma barriada con el fin de ofrecer un modelo de relación basado en el respecto y el buen trato".

Además realiza intervenciónes directas con mujeres víctimas de violencia de género. Estos casos pueden ser detectados directamente por el equipo de mediadores y mediadoras durante su trabajo habitual en el barrio, o bien derivados desde los servicios sociales o Centro Asesor de la Mujer. Este equipo de mediación acompaña a las mujeres para asegurar su acceso a los servicios disponibles en la ciudad en función de sus necesidades y demandas.

La trata de mujeres con fines de explotación sexual implica múltiples delitos contra los derechos humanos. La explotación sexual femenina es una forma de violencia de género que tiene su base en la manifestación de poder que los hombres ejercen sobre las mujeres, una relación históricamente desigual que ha conducido a la dominación de la mujer por parte del hombre y a su discrimionación.