Su primer error fue moverse en vehículo por la ciudad sin que le urgiera ninguna de las posibilidades que estipula el estado de alarma —ir a trabajar, con su certificado encima, o ir a al supermercado, a la farmacia o al médico—. El segundo error fue tratar de huir cuando se topó con un control de la Guardia Civil en la calle Juan I de Portugal habilitado en ese punto “para constatar el cumplimiento de la restricción de movimiento”. El tercer error se ocultaba en el interior de los asientos traseros de su Volkswagen.La repentina huida del conductor, que trató de escapar a la carrera cuando le identificaban los agentes de la Guardia Civil, no daba mucho margen a la duda sobre la legalidad de las intenciones del fugitivo. Era la viva imagen de la locución latina “excusatio non petita, accusatio manifesta”. La prueba palpable, y en este caso fumable, se hallaba camuflada en el hueco bajo los asientos posteriores. Así lo explica la Guardia Civil en un comunicado. “Durante la actuación policial dicho ocupante intenta darse a la fuga a pie siendo interceptado por la fuerza actuante y procediéndose a su detención, resultando ser el súbdito español N.D.D., de 38 años de edad y residente en Ceuta. Ante dicha circunstancia se procede al reconocimiento del interior del vehículo, localizándose en los huecos de los asientos traseros 25 bloques, conteniendo un total de 24.450 gramos de resina de hachís”.

El detenido, acusado de un presunto delito contra la salud pública, ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de los de esta Ciudad, quedando los casi 24 kilos y medio de hachís —curiosamente, marcados como ‘Mercedes Benz’— a buen recaudo en el Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno y el vehículo a disposición de dicha Autoridad Judicial.