Martínez proclama ganador del debate al suyo y reclama un trato humano a los inmigrantes

Martínez proclama ganador del debate al suyo y reclama un trato humano a los inmigrantes
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Pablo Casado en una de sus intervenciones de este lunes en el debate. /Captura de la web de La Sexta

Pasaba la medianoche holgadamente, cuando en Madrid, uno a uno los cinco protagonistas del debate fueron desfilando ante unos micrófonos puestos para la ocasión para valorar la actuación que acaban de tener. Todos políticamente correctos y prudentes señalaron a la ciudadanía para que se erigieran en jueces y decidir quién ha ganado un debate. Así somos, los debates se ganan o se pierden, ni se pueden empatar ni sirven para extraer ideas con las que construir un diálogo que arroje conclusiones y haga avanzar la sociedad. Pero eso era en ese instante, luego poco a poco, cada cual fue llegando a su sede, y arropados por los suyos, todos y cada uno dijeron haber ganado. Ese mensaje triunfalista lo han ido repitiendo este martes aquí y allí por todo el país los diferentes candidatos de los partidos en cada circunscripción. En Ceuta, el candidato del Partido Popular al Congreso de los Diputados, Guillermo Martínez, ha cumplido con el guión y ha proclamado ganador al suyo, a Pablo Casado. Los demás, caca. Aunque él, obvio, no lo ha dicho así, lo ha vestido con análisis y argumentos políticos, desde su subjetividad.

El primero de esos argumentos subrayar la idea fuerte de la campaña de los populares, se elige entre Pedro Sánchez y los independentistas o Pablo Casado, sin apellidos ni apoyos extras: “Vimos un debate en el que había sólo dos opciones, la que representa la izquierda, encabezada por Pedro Sánchez y que una vez más dejo claro que previsiblemente si gana las elecciones y no tiene la mayoría suficiente gobernará de la mano de los independentistas porque se negó abiertamente a descartar esa posibilidad y de la mano de podemos o el voto de la derecha, que todo el mundo y todos los indicios apuntan a que la única alternativa para que pueda superar a Pedro Sánchez, la encabeza Pablo Casado”, ha sentenciado Martínez este martes.

¿Albert Rivera? “En su línea habitual, con mucho espectáculo” (el adoquín) y “pocas propuestas concretas”, ha criticado Martínez. Pero para el popular lo fundamental de la intervención de Rivera fue que validó su idea fuerte: “un punto que para mí fue determinante, fue cuando dejó claro que llegado el momento no tendría ningún reparo en apoyar al PSOE si fuera necesario para que obtuviera la mayoría y se mantuviera en el Gobierno. Yo creo que ese es un punto que los ciudadanos deben valorar de manera clara”, ha lanzado Martínez. Que lo ha contrapuesto a la firme voluntad del PP de no permitir que Sánchez gobierne.

¿Y VOX? “Hay que reconocer que Abascal es buen orador”, ha dicho Martínez en un clásico de la opinión y la argumentación: decir algo positivo para acto seguido soltar la retahíla invalidante y crítica. “Hizo una serie de propuestas inaceptables. Hizo un discurso populista intentando dar soluciones fáciles a problemas difíciles. Volvió a hablar del muro, cuando aquí en Ceuta todos sabemos perfectamente que el problema de la frontera no está en el muro, está en la frontera del Tarajal, que es la que hay que modernizar y dotar con mejores medios humanos y tecnológicos. Lo que hay que hacer es reforzar los protocolos y las medidas de seguridad de los guardias civiles que están destinados en el perímetro. Pero él tiene el discurso de intentar compararse con Donald Trump”, ha manifestado Martínez en clave local.

Y más aún, pero ya en clave de país, “yo reconozco no conocer la faceta euroescéptica del señor Abascal; ayer abiertamente se manifestó de manera contraria a la Unión Europea. Es increíble. Yo creo que el mayor avance que ha tenido este país es consecuencia de nuestra participación activa en el seno de la Unión Europea. Plantéense ustedes que hubiera pasado en la crisis del euro con España si no hubiéramos estado en la Unión Europea; plantéense que hubiera pasado con España en la crisis económica si no hubiera habido un factor determinante como el Banco Europeo. Plantéense que hubiera pasado con Cataluña si no hubiéramos tenido una serie de socios en el ámbito de la Unión Europea que respaldaron firmemente la posición del Gobierno de Rajoy en defensa de la integridad nacional. Yo creo que esa posición de autarquía, que me recuerda a épocas pasadas, que ayer defendió abiertamente el señor Abascal, es una posición absolutamente retrógrada, antieconómica y antisocial y, por tanto, absolutamente distinta. Nosotros pensamos que España y su identidad es absolutamente imprescindible defenderla, pero eso no es incompatible con que nos va mucho mejor unidos en un proyecto común como es el de la Unión Europea que separados como ayer parecía plantear el señor Abascal, uniéndose a otras tesis de otros independentistas o de otros euroescépticos europeos como el señor Salvini u otros dirigentes de ultraderecha”, ha atacado Martínez.

A VOX es al partido que más tiempo ha dedicado en sus dardos post debate Martínez. Preguntado por la afirmación que durante el debate hizo Abascal, que pidió frenar de forma contundente la llegada de inmigrantes procedentes de “culturas no compatibles ni asimilables con nuestros valores”, Martínez ha espetado que “lo tendrá que explicar el señor Abascal” a qué colectivo se refería. Pero sí aprovechó para dejar claro que “los inmigrantes una vez que llegan a territorio español tienen que ser acogidos como lo que son, personas; y tienen que ser atendidos como consagra el ordenamiento jurídico internacional, los Derechos Humanos y, en consecuencia, a España, que es un país civilizado, lo que no podemos hacer es torturarles sino acogerlos y darles las prestaciones mínimas que le corresponden a cualquier persona como mínimo”, también en una línea absolutamente diferente a la del candidato de VOX.

Más aún, si desde VOX se arrojan propuestas que parecen querer establecer diferentes clases de ciudadanía, por ejemplo en el acceso a las prestaciones sanitarias, en el PP tienen claro que “España es una gran nación, formada por ciudadanos libres e iguales indistintamente de cuál sea su origen étnico, de cuál sea su origen de nacimiento o donde vivan.Todos exactamente con los mismos derechos y obligaciones, sin ningún tipo de distinción. Todos los que tienen la condición de españoles la tienen exactamente igual y nos importa muy poco que recen a Jesucristo a Alá, que sean agnósticos, que sean de Barcelona, de Cuenca o de las Islas Chafarinas, porque todos los españoles somos libres e iguales”, ha redundado en lo obvio Martínez en una señal que evidencia que no corren buenos tiempos para el debate político.

Martínez, también ha tenido para la alternativa a Pablo Casado, el presidente y candidato a la reelección, Sánchez. “Vimos a un Pedro Sánchez absolutamente desbordado con los planteamientos que se le hacían de uno y otro lado y vimos que sólo hay dos alternativas el 10 de noviembre: la que representa la unión del voto de centro derecha entorno a Pablo Casado o seguir manteniendo a Sánchez con sus socios de gobierno y con el apoyo de Otegi, de Torra, y del resto de independentistas”.

Pablo Casado así, bajo ese prisma, fue el único candidato “que realmente hizo propuestas concretas. Yo creo que sin ninguna duda, los datos, el que más propuestas puso encima de la mesa en todos los ámbitos, en el económico, en el educativo, en las pensiones, en el sanitario, en el social, en el de la vivienda… fue el PP. Yo creo que se dio una imagen de serenidad, la que te da el saber que tienes respuestas a los problemas de los ciudadanos, la que te da el haberlo hecho en otras ocasiones, por supuesto con nuestros fallos y limitaciones, pero creo que con un balance general positivo”, ha insistido Martínez.

De Pablo Iglesias y Unidas Podemos ni una palabra.

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