Martita nació unos años antes de que terminara el milenio. Era la segunda hija de un matrimonio bien avenido y que trataba con cariño a sus hijos. Incluso hoy la relación con su hermano mayor y sus padres es muy buena.

Desde pequeñita iba siempre muy mona a la calle, con sus trajecitos rosas y paseaba juguetona con su hermano que iba vestido de azul.

Porque Martita ha nacido en una sociedad que atribuye colores a los géneros y donde hoy día el hombre que viste de rosa...

En reyes nunca faltaron los juguetes en casa; esas fantásticas muñecas para ella, con esos trajecitos, esas coletas, ese biberón, mientras que a su hermano lo volvían locos esos soldados fuertes y masculinos y esos juegos de guerra. 

Porque Martita ha nacido en una sociedad donde el hombre debe ser protector de la hembra, no llorar y ser viril y poderoso, a la vez que la mujer debe ser tierna, compasiva y ocuparse de las tareas domésticas.

Cuando fue creciendo, su grupo de amigos era muy homogéneo, había de todo, incluso tenía una amiga que trabajaba y cuyo novio hacía de amo de casa, el cual estaba algo deprimido por las opiniones que la gente tiene al respecto sobre esa situación (la mayoría mujeres...)

Porque Marta ha nacido en una sociedad donde la dignidad del hombre es vilipendiada por no caérsele la cara de vergüenza porque su pareja trabaje y él (hombre...) se quede en casa.

Cuando sale a la calle se arregla mucho, viste con tacones, traje, se pinta en exceso, toma mucho el sol, come poco...porque dice que quiere parecerse a esas mujeres guapas y esbeltas que salen en la tele. Y todo, dice ella, lo hace para gustarse a sí misma, no para gustarle a nadie....ya, como todos.

Porque Martita ha nacido en una sociedad que tiene como programa de audiencia a, por ejemplo, "hombres, mujeres y viceversa", con esos valores y ese lenguaje didáctico.

Aun siendo muy atractiva (más sin pintura pero eso no se lleva), no tiene pareja; ella sigue esperando al hombre perfecto, cuidadoso, empático, fiel, amable, buen amante, honesto, leal, trabajador, ella sigue esperando a su príncipe azul.

Porque Marta ha nacido en una sociedad que cree en los príncipes azules y, donde el amor se ha convertido en pilar básico de nuestra estructura social, que parece penalizar a los que deciden llevar otro tipo de vida: "es una solterona amargá, creo que es lesbiana".

Una vez tuvo pareja, pero aquello no acabó bien, porque aunque él le hablaba muy mal y llegó a zarandearla un par de veces, eso no iba a ningún sitio, no por los zarandeos, cosa que ella veía como algo "sin importancia", a fin de cuentas aunque él le dijera qué ropa tenía que ponerse..el problema eran sus celos.

Porque Martita ha nacido en una sociedad que defiende aquello del "si te hace sufrir te quiere", o "si es celoso es porque quiere protegerte".

Y esa es la sociedad de Marta, la mía, la suya, la nuestra; sociedad que enseña a una mujer cómo defenderse ante una violación en vez de educar a los niños a no violar.

Sociedad, esta, que mantiene en la calle a una manada de violadores (grande la judicatura) y en la cárcel a raperos, que por cierto, miren por donde, aciertan en las letras de sus borbónicas letras.

Bien, sigamos con la farsa.