No es precisamente una primicia, todos damos por supuesto que la Navidad 2020 será la más rara que hayamos vivido y, esperemos, que la más atípica que nos toque vivir. La pandemia de la Covid-19 ha condicionado la vida diaria, impuesto toques de queda y restringido la movilidad y las concentraciones de personas. Unas renuncias y restricciones que serán aun más dolorosas en Navidad. 

Solo el alumbrado ornamental, que ha empezado ya a colocarse en la ciudad, y la tradicional música ambiental que cubre de villancicos las calles, mantendrán el testigo navideño en las calles de Ceuta. Con añadido, para dar un poco de movimiento, la Ciudad instalará animatronics en varios puntos de la geografía ceutí. Nada más. Esa será toda la programación navideña, según ha adelantado esta semana el consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé,.

No habrá ‘polvoroná’ ni ‘zambombá’, no habrá concursos de villancicos, ni pregón navideño ni, por supuesto, cena de mayores ni mucho menos belén viviente o cabalgata de Reyes Magos, que, como todos los años entregarán sus regalos a los niños ceutíes aunque evitarán provocar multitudes.. La Navidad será estrictamente ornamental y se suspende “todo aquellos que suponga concentración de personas”, precisan desde la Ciudad.

“Es muy triste, pero lo primero es lo primero”, admitía Rontomé en una entrevista concedida a RTVCE. Y lo primero es evitar las aglomeraciones, subraya. De momento, en la Ciudad no se descartan restricciones más exigentes en el periodo navideño, dependiendo de la incidencia de la pandemia, como están contemplando otras autonomías que prevén limitación de aforos en las reuniones familiares e incluso toques de queda en Nochebuena y Nochevieja. Todo depende y así va a seguir mucho tiempo, de la evolución de la pandemia.Desde la Consejería de Sanidad, Javier Guererro, admite que "están trabajando" en el plan a aplicar durante el periodo navideño, aunque aun no hay medidas definidas.