El arquitecto y tuitero Julio Azuara (@J__AR) lleva desde 2018 denunciando un mismo bache  en el mismo punto del Paseo de las Palmeras, junto a la parte trasera Santuario de Nuestra Señora de África. Un bache peligroso, especialmente para los motoristas, ciclistas y los peatones despistados, que, obstinadamente reaparece en el mismo lugar desde que las obras de la Gran Vía y la plaza de África obligaran a reconducir el tráfico por esta calle. Un desgaste previsible en una via que no está pensada para soportar el peso de tanto tráfico rodado, pero al que nadie ha puesto solución alguna.

Y no es la primera vez. Ni la segunda. Ni la tercera denuncia. Azuara lleva muchos meses, en algunos casos años, señalando problemas similares en la zona, la última vez antes de que empezara la pandemia: “En este último año he visto reparar el Paseo de las Palmeras de Ceuta unas veinte veces. Semana sí, semana no. La última vez este jueves 30/1/2020”.  Y no es porque no hubiese avisado en muchas otras ocasiones. Otro ejemplo, en 2019 tuiteaba: “Una de mis sádicas aficiones es tomar fotos por Ceuta de cómo se va deteriorando la ciudad por la apatía del Gobierno (…) Los próximos días voy a estar entretenido asistiendo a la ruina física del Paseo de las Palmeras”.

Pero no solo en el Paseo de las Palmeras. El mismo tuitero señalaba otro bache obstinado, en el acceso a la rotonda del puente del Cristo desde el desdoblamiento. Un bache reparado mil veces y que tozudo vuelve a surgir otras mil. Y se vuelve a reparar. Un fenómeno que este arquitecto bautizó como “industria local de las reparaciones recurrentes” en su (recomendable) blog Isla Ogigia: “Realmente ¿creen ustedes que tal cantidad de parches, chapuzas, arreglos a medio ejecutar, omisiones, abandonos… son admisibles en la ciudad que tiene mayor gasto por habitante, si consideramos todos los presupuestos de las capitales de provincia?”, cuestionaba en febrero de 2019, poniendo decenas de ejemplos por toda la ciudad, muchos de ellos en el propio Paseo de las Palmeras.

Mañana, muy probablemente, el bache obstinado siga ahí, como el resto que viene denunciando este tuitero enamorado de su ciudad y del buen urbanismo, aunque sean dos conceptos que pocas veces vayan de la mano. El Gobierno de Ceuta parece que, de momento, al contrario que muchos otros ceutíes, no sigue en Twitter a Julio Azuara. Si usted aún no lo hace, búsquelo: @J__AR.