HACIA LA NUEVA NORMALIDAD

Sin refuerzos, saturados y con material racionado: Así afronta la desescalada la Atención Primaria

Sin refuerzos, saturados y con material racionado: Así afronta la desescalada la Atención Primaria
Centro de Salud del Recinto
Centro de Salud del Recinto

La Atención Primaria ha de ser la clave en la desescalada hacia la llamada ‘Nueva Normalidad’, en palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa. Los médicos y enfermeras de los centros de salud pasan a ser la vanguardia en la lucha contra la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2. Son los encargados de detectar en primera instancia los contagios. Salvador Illa ha insistido en que la atención primaria “es un activo muy importante de nuestro Sistema Nacional de Salud, tiene una capilaridad muy importante en el territorio y asegura la cohesión del sistema”. Por ello, “tendrá un papel muy importante sobre todo en la detección precoz de los posibles nuevos casos”. Un papel crucial para el que se necesita el “músculo” necesario. ¿Está preparada la Atención Primaria en Ceuta? Responden quienes la viven cada día: el personal facultativo y el de enfermería.

“Tengo una población de 1.590 personas, aproximadamente, una media de 30 ó 40 consultas al día y nos dan cinco minutos para ver a cada paciente, que en nuestra zona, por ejemplo, solamente con llamarlos, que entren a la consulta y que se sienten ya casi han pasado los cinco minutos".

Un médico para 1.500 pacientes

Si se analiza la situación en cifras, el panorama era para reflexionar ya antes de la pandemia: Ceuta es el territorio donde hay mayor porcentaje de cupos superiores a 1.500 personas por médico de familia. Nueve de cada diez médicos de familia tienen más de 1.500 personas a su cargo, según la OCM. Lo vive cada día Rosario de la Torre, médico del centro 3 del Tarajal, miembro del Sindicato Médico y responsable de Atención Primaria del Colegio Oficial de Médicos de Ceuta: “Tengo una población de 1.590 personas, aproximadamente, una media de 30 ó 40 consultas al día y nos dan cinco minutos para ver a cada paciente, que en nuestra zona, por ejemplo, solamente con llamarlos, que entren a la consulta y que se sienten ya casi han pasado los cinco minutos. Ni tenemos tiempo para verlos como los tenemos que ver. Además tenemos que ver también los paciente programados en domicilio y hay veces que es imposible, tienes que pasar más tiempo de tu jornada laboral para hacerlo”. Según los datos recopilados por la Organización Médica Colegial de España entre 2016 y 2018, los médicos de familia de Ceuta hacen una media de 266.551 consultas al año, una media de 29 diarias, 62.190 consultas de pediatría , 20,9 al día y las enfermeras se encargan de 191.000 consultas cada año, 19,8 al día.

Una plantilla saturada de trabajo, que carece de refuerzos y casi de descanso, explica De la Torre. “Cuando tenemos vacaciones no nos sustituyen, cuando vuelves todo el descanso que traías lo consumes ese día.Y no se sustituye tampoco al personal de enfermería. Hay carencia de personal y cuando se necesita no lo tenemos”. 

“A día de hoy en Atención Primaria solo se ha contratado a dos enfermeras de refuerzo, una en el centro 1 y otra en el 2 y con una duración de seis días que acaba este sábado (por este 16 de mayo) y sin continuidad”.

Y no parece que vaya a haber refuerzos de cara a la desescalada, ni en fase 1, ni parece que en la Nueva Normalidad. Al menos en enfermería. Da fe de ello Encarnación Bastida, vicesecretaria autonómica de SATSE Ceuta:  “A día de hoy en Atención Primaria solo se ha contratado a dos enfermeras de refuerzo, una en el centro 1 y otra en el 2 y con una duración de seis días que acaba este sábado (por este 16 de mayo) y sin continuidad”. En Recursos Humanos, hasta este jueves al menos, no tienen previsión de realizar contrataciones de refuerzo de personal de enfermería de cara a la desescalada, según la información recabada por SATSE. 

La situación es “totalmente deficitaria”, resume Bastida. “No se están siguiendo las instrucciones del Ministerio de Sanidad, que ya en la orden ministerial del 3 de mayo recomendaba expresamente que no debe disponerse de menos personal de enfermería del que había antes del inicio de la pandemia y ordenaba reforzar el modelo de atención primaria”. Pero es que ya era deficitaria el 13 de marzo. “La ratio de enfermería en Ceuta y en España es la mitad de la media europea, sería necesario doblar las plantillas para alcanzar la normalidad en el resto del territorio comunitario, no ya para una ratio óptima, simplemente para estar en la media”.

"Ha habido momentos que no han dicho que no había EPIs y nos hemos tenido que poner una bata transparente con un delantal de plástico. Se están haciendo EPIs con bolsas para guardar trajes que han comprado en San Pablo y con eso han hecho equipos de protección”

Material de protección “racionado”

La logística y el material y equipos de protección es otro de los factores claves, vitales a juzgar por las elevadas cifras de contagios entre personal sanitario. Desde SATSE creen que, de momento, hay material y quieren confiar en los “almacenes llenos” que ha mostrado Ingesa en previsión de una segunda oleada, pero señalan que hay escasez de batas quirúrgicas, batas impermeables que están sustituyendo temporalmente por buzos.

Desde el Sindicato de Médicos van más allá y alertan de un “racionamiento” del material. Una bolsa con tres mascarillas y pijamas que deberían ser desechables pero terminan lavando hasta que se rompen, ese es, en resumen, el equipo de protección que han facilitado a los médicos de Atención Primaria, explica De la Torre. Y en atención a domicilio es mucho peor:  “Hemos tenido problemas para trabajar en desplazamientos a domicilios porque se nos ofrece un número muy limitado de equipos de protección. Cuando vas a un domicilio exigimos ir con protección, no sabes las condiciones que te puedes encontrar y estamos en periodo de pandemia. Pero ha habido momentos que no han dicho que no, que no hay, y nos hemos tenido que poner una bata transparente con un delantal de plástico. Así está yendo la gente ahora, se están haciendo EPIs con bolsas para guardar trajes que han comprado en San Pablo y con eso han hecho equipos de protección”.

Una escasez a la que se le añade el racionamiento de cierto material. “Desde hace tres semanas se me ha dado una bolsita de plástico con tres mascarillas, si he necesitado una cuarta me la he agenciado, pero no porque se me diera. No Hay disposición, si necesito no puedo ir o coger una o tener por si viene un paciente sin ella poder dársela. Están racionadas. Se lo decimos y nos responden que no, que mascarillas hay de sobra. Yo no sé lo que pasa pero disposición no hay. Que esté en el almacén, no lo discuto, pero no está a nuestra disposición”. Problemas de escasez o falta de fácil disponibilidad que se extienden también al material cotidiano. “Cuando todo esto empezó me dieron dos pijamas de trabajo de tela desechables, he pedido en dos y tres ocasiones y nada, he tenido que lavar este pijama como quince veces, cuando es desechable y se debe usar solo una vez”.

Marcha atrás en la apertura de Atención Primaria 

En la capacidad de la Atención Primaria en Ceuta para atender a la población, haya o no pandemia, no solo intervienen médicos, enfermeras e Ingesa. También tienen parte de responsabilidad, y no poca, los usuarios. Y aquí hemos dado una de cal y otra de arena. Muy bien al principio, mucho peor ahora. La pasada semana, Ingesa reunió a los médicos de Atención Primaria para preparar la desescalada, abriendo sus agendas para empezar a retomar las citas y, poco a poco, ir recuperando la normalidad tras dos meses de tensión, centrados en la pandemia y con las consultas cerradas, limitadas a la atención telefónica y lo urgente. Una semana después se ha dado marcha atrás en la medida.

“Desde el principio de la pandemia hemos encontrado en la población que atendemos muchísima colaboración, ha sido todo un ejemplo a seguir, pero cuando hemos empezado la fase 1 estamos detectando que la gente esta haciendo uso de las consultas de una forma más normal. Está aumentando la demanda de pacientes, pero nuestra función es decirles que no hemos estamos como antes, el ritmo de analíticas no es el mismo, solo para los casos urgente, no dan consultas que se pueden demorar”, explica Rosario de la Torre, que cree que es necesario concienciar a la población. Seguimos en pandemia. La gente está ya en fase 2, pero los centros de salud todavía no han iniciado la desescalada.

Advierten de la necesidad de los médicos de familia de acceder a las pruebas diagnósticas, ya que permitiría reducir la situación de riesgo de la población y aislar a los casos que presentan síntomas.

Acceso a los test

Salvador Tranche, médico de familia y presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria,  plantea un escenario óptimo para la Atención Primaria ante la pandemia que debe cumplir cuatro requisitos: tener los recursos humanos necesarios para atender a los pacientes; reconocer el domicilio como un ámbito de especial riesgo teniendo en cuenta que el 19% de los infectados por COVID-19 son sanitarios y las altas hospitalarias se siguen ateniendo en el domicilio y, por último, atender a pacientes crónicos y vulnerables que no tienen diagnosticado el virus. Dos de estos requisitos están muy lejos de cumplirse en Ceuta. Pero hay un cuarto requisito tanto o más relevante que los anteriores y que aun está por ver en la Atención Primaria de Ceuta: que los médicos de familia tengan acceso a las pruebas diagnósticas, tanto para los nuevos casos como para conocer la situación inmunitaria de la población.

En el caso de Ceuta, los médicos de familia tienen acceso a las pruebas diagnosticas, aunque la indicación para realizar test diagnosticos esta regulada por el servicio de medicina preventiva. Tranche advierte de la necesidad de los médicos de familia de acceder a las pruebas diagnósticas, ya que permitiría reducir la situación de riesgo de la población y aislar a los casos que presentan síntomas.

La pandemia nos ha acabado

Respecto al futuro, precaución, mucha precaución. Desde el Sindicato de Médicos y el sindicato de enfermería SATSE coinciden en pedir precaución, cautela y seguir manteniendo las medidas de distanciamiento e higiene necesarias, seguir evitando el contacto social y recordar que la pandemia sigue sobre nosotros. Íbamos bien, coinciden, pero la relajación que perciben en la sociedad, que parece estar ya fase 3, les preocupa. La segunda oleada puede ser peor y no estamos inmunizados, insisten. Si ellos están preocupados, hay que tomárselo en serio. Tomen nota. 

Sin refuerzos, saturados y con material racionado: Así afronta la desescalada la Atención Primaria


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