Germán Pareja

No hace mucho tiempo en la sociedad se utilizaban términos de manera frecuente, y cotidiana para denominar a distintas personas:

"SUBNORMAL","RETRASADO","MONGOLO","DEFICIENTE","CEGATO","INVALIDO", "TULLIDO", "SORDO", "DISMINUÍDO"...

Y así un sinfín de palabras malsonantes, discriminatorias, e incluso hirientes, utilizadas sin ningún pavor de manera normalizada en la sociedad. Afortunadamente en la sociedad ha ido calando el sentimiento de la integración de todos los seres que somos distintos por cualquier razón, bien por ser una persona con discapacidad, que no discapacitado, o con diversidad funcional.

El término que debemos impulsar es el de, Persona con discapacidad o con diversidad funcional, es decir, una persona no es discapacitado, y mucho menos minusválido, sino que tiene una discapacidad específica, que podrá limitar en algún aspecto el desarrollo de algunas de las tareas cotidianas de su vida, en mayor o menor medida. Bien por una discapacidad, auditiva, visual, psíquica, o física.

La evolución en la sociedad ha ido en avance continuo, pero lentamente, hoy es inimaginable, incluso doloroso, pronunciar algunos de los términos anteriormente mencionados para referirnos a personas con una diversidad funcional.

Se ha ido tomando conciencia y sensibilidad a la hora de denominar a las personas, cierto es que a día de hoy aún debemos seguir avanzando, porque es muy frecuente encontrarte por ahí señales de tráfico, por ejemplo, donde dice: "Aparcamiento reservado para minusválidos", y solicitudes de la Administración Pública, donde sigue apareciendo la palabra, " Minusválido".

Debemos remover cuanto sea necesario para eliminar estos términos de nuestro vocabulario, y sobre todo exigir a los responsables de las Administraciones Públicas que hagan los cambios necesarios, eliminando de cualquier tipo de documento estos vocablos. Ya que ellos son los primeros que deben dar ejemplo y sembrar en la sociedad, la igualdad, integración, y no discriminación, promoviendo de este modo la inclusión real de todos. No menoscabando el sentimiento del que sufre algún tipo de discapacidad, o diversidad funcional.

Cuarenta años hemos tenido que esperar para que por fin vaya a desaparecer de nuestra Constitución, en su artículo 49, el término de "Disminuido".

No hagamos que se eternice la posibilidad de ser una sociedad más justa y moderna, y consigamos con el apoyo y la voluntad política que desaparezcan de una vez por todas esas palabras malsonantes, obsoletas, e hirientes, de nuestros textos, documentos, y señalizaciones.

Instando a que se tome buena nota por parte de todas la Administraciones y sigan con la labor de esa verdadera inclusión, teniendo como referencia la modificación del artículo 49 de nuestra Constitución, y queden suprimidos y sustituidos aquellos términos hirientes de los que hablamos.

"La evolución de una sociedad, en esta ocasión depende de las palabras..."