INSTITUTO DE ESTUDIOS CEUTÍES

La Doctora Ros contra los bioinvasores

La Doctora Ros contra los bioinvasores
Macarena Ros
La doctora Macarena Ros

Ceuta es una ciudad clave en los movimientos migratorios. Y no solo en los humanos. La ciudad es una encrucijada biológica en la que en los últimos años están apareciendo nuevas especies exóticas, como el alga japonesa que alfombra el Estrecho, pero también intrusos diminutos que no saltan la valla, ni se cuelan por la frontera. Ellos entran por el puerto deportivo.

La doctora Macarena Ros, protagonista del segundo día de las jornadas de medio ambiente del Instituto de Estudios Ceutíes, es bióloga por la Universidad de Sevilla y experta en estas bioinvasiones. Ya en su tesis puso el foco en los puertos deportivos y en las embarcaciones de recreo como el medio de transporte favorito de estas especies invasoras. Lleva dos años trabajando en Ceuta y puede afirmar que “si tenemos un nivel de 0 a 4 de biocontaminación, siendo 4 el máximo, el Puerto Deportivo de Ceuta está en el 3, un nivel muy alto”.

La doctora Ros ha centrado su estudio en los caprélidos, unos minúsculos crustáceos que viajan por el mundo pegados a los cascos de los barcos. Estos pequeños organismos sirven como indicadores de que las especies exóticas siguen llegando. “No se percibe un impacto pero sí nos alertan de cuáles son los vectores de entradas de especies exóticas”, explica. Aunque a priori podría pensarse que los grandes cargueros son los sospechosos habituales, más aun con la explosión de la economía global, el medio de transporte de estos organismos diminutos son las embarcaciones de recreo. La clave está en las aguas de lastre que utilizan las embarcaciones para compensarse, agua que en ocasiones cogen de un mar y arrojan en otro, del Caribe al Estrecho, del Índico al Atlántico. “En los buques de carga esto está ya regulado, hay una gestión, pero en los barcos pequeños no”, explica Ros que, como buena investigadora acecha a estas especies exóticas, potencialmente invasoras, en los puertos deportivos.

Pero no se asusten, la bioinvasión, pese al nombre como de película de serie B, no es especialmente peligrosa. De momento. Miren sino a nuestra amiga japonesa, Rugulopteryx Okamurae, que ha extendido un manto de algas pardas desde Gibraltar a Trafalgar, pasando por este lado del Estrecho. Pero las bioinvasiones que vigila la doctora Ros son casi invisibles. “Pasan inadvertidas”, reconoce.

Macarena Ros tiene ya una lista de sospechosos con más de 20 especies y cinco ya fichadas como especie exóticas, de momento ni son peligrosas para la fauna oflora local ni han salido del puerto deportivo. Pero una de ellas parece que se ha encontrado muy cómoda en el Puerto deportivo de Ceuta. Igual demasiado. Es la Caprella Scaura. Su origen no está claro, al contrario que la nueva vecina japonesa, R. Okumarae, no está claro su lugar de origen, Se describe por primera vez en las Islas Mauricio, pero un año después también se describe en Brasil, así que hay dudas”, explica la doctora Ros. Esta especie viajera “es ya una amenaza para las especies nativas a las que está desplazando, pero no sabemos aún cómo va a evolucionar”.

Mientras, la doctora Ros seguirá en su lucha contra los bioinvasores,  trabajando en el desarrollo de herramientas de monitorización que puedan, al menos, avisarnos de estas onvasiones casi invisibles.

La Doctora Ros contra los bioinvasores


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