Segunda sesión en el todavía incipiente rodaje de 'Beber de Cine'. Una asociación cultural de muy nuevo cuño pero que está consiguiendo acumular seguidores por momentos. Proyectar una película donde la gastronomía y el vino sean parte fundamental en el argumentario de cada cinta para después debatir sobre la misma en torno a la degustación de un apetitoso menú regado por los vinos seleccionados por Keke Ragio, ‘El Invinista’, es una más que suculenta aventura.

Una vez consumada la puesta en escena de esta joven y entusiasta asociación en el Santuario hace 15 días, este pasado jueves se proyectó la primera de las películas que contempla el catálogo de esta singular iniciativa con la proyección de Entre Copas, un film de Alexander Payne. Una comedia, con ribetes de drama, en la que el afamado vino californiano riega de manera permanente la peculiar relación de sus dos principales protagonistas. Dos amigos inseparables en la ficción, de una trama que podría resumirse así: El cuarto largometraje del director y guionista Alexander Payne (tras CIUDADANA RUTH, ELECTION y A PROPÓSITO DE SCHMIDT) empieza con dos viejos amigos embarcados en un viaje por carretera probando vinos… sólo para cambiar de rumbo vertiginosamente y entrar en una irónica exploración de las vicisitudes del amor y la amistad, de la repudiable persistencia de la soledad y de la imperecedera guerra entre el Pinot y el Cabernet.

Beberse California sobre ruedas

Los contratiempos empiezan cuando Miles (Paul Giamatti), un divorciado traumatizado con su experiencia sentimental, al que le gustaría ser novelista y que presenta una fijación por el vino, decide agasajar a Jack, su colega de la universidad y actor fracasado, (Thomas Haden Church) con un viaje festivo a los viñedos del valle de Santa Ynez la semana antes de que Jack contraiga matrimonio.

Los dos no podrían formar una pareja más extraña. Jack es un seductor demasiado sexual; Miles es un desgraciado aprensivo. Jack está buscando degustar su “último bocado de libertad”; Miles sólo pretende paladear la perfección en una botella. Jack se conforma con un Merlot barato; Miles se muere por el elusivo y perfecto Pinot. De hecho, la única cosa que parecen tener en común es la misma excitante mezcla de ambiciones fallidas y juventud marchita.

La Biblioteca del Estado, nuevo centro cultural

Como se puede comprobar no podría haberse elegido un mejor título para iniciar las proyecciones de ‘Beber de Cine’. Fue, como ocurrirá habitualmente, en el salón de actos de la Biblioteca Pública del Estado. Un centro donde no sólo los libros protagonizan ya la vida de esta magnífica instalación, sino “todas las disciplinas culturales que podamos acoger”, dijo el director de la Biblioteca, José Antonio Alarcón, “sorprendido por el llenazo” en la programación de esta película.

"No la había visto y me ha parecido una comedia excepcional. Me he reído muchísimo con el humor inteligente que ha capturado a la sala que, como has comprobado, no ha parado de divertirse”. Una circunstancia que, de algún modo, ha vuelto a incrementar la ilusión de J.A. Alarcón ante el potencial de este nuevo servicio con el que cuenta la ciudad, que ha evidenciado que “podemos conseguir un recinto cultural activo, muy vivo”, argumentó su director. Por cierto que el avezado y experimentado director de este flamante nuevo centro cultural no quiso desaproverchar la oportunidad para expresar su enorme satisfacción por la extraordinaria multiplicación de socios registrados en la nueva biblioteca respecto de la anterior.

Mejor Imposible 

La sala, efectivamente, congregó público hasta llenarla y tener que recurrir a las sillas accesorias. Gente heterogénea, de distintas edades, que completaron un espectro, “mejor imposible”, a juicio de la siempre inquieta y eficaz presidenta de ‘Beber de Cine’ quien, tras la proyección, se mostraba aún “entre nerviosa y muy contenta” ante el poder de convocatoria “gracias a las redes sociales, el diario 'El Faro' y 'RTVCE' que vienen mostrando un enorme interés por nuestro proyecto”, agradeció Yolanda Carbonell.

 

'De Buena Cepa'

La sala se vacía pero el rodaje cambia de ‘localización’ para completar la jornada de cine. Con la capacidad agotada desde hace días, Más de 30 personas encaminan sus pasos hacia el restaurante-bar ‘De Buena Cepa’. Hay hambre y ganas de seguir debatiendo sobre la peli. El ambiente es excepcional.

Los comensales ocupan sus lugares para, en principio, seguir las didácticas y divertidas explicaciones de ‘El Invinista’. El gran Keke Ragio que ha sorprendido al personal con una cartografía para seguir sobre los mapas repartidos entre los asistentes, las ubicaciones de los viñedos, bodegas y toda esa liturgia maravillosa que atesora cualquier amante del vino iniciado o no. Esta vez se trata de California, vinos muy valorados por su inspiración francesa de más reputación aún. Con todo, lo mejor fue la posibilidad brindada por El Invinista que sorprendió con, entre otros, 3 caldos de origen californiano. Y en esto que me voy hasta la cocina de ‘De Buena Cepa’ dónde su propietario, Francisco Sánchez Navarro, se afana por satisfacer las previsiones cifradas en su anunciado y, apriorísticamente, exquisito menú.

Le pido un minuto para que me cuente cómo observa el ambiente de su local y me dice que “más que sorpresa, siento alegría por semejante éxito”. Paco se define como un amante de la cultura y especialmente de la ligada a “mi gran pasión que es la gastronomía”. En cualquier caso quiere dejar claro que valora mucho el trabajo de todos los que tienen como objetivo el fomento de la cultura.

Dejamos a Paco y su equipo que ya distribuyen los platos por las mesas y barra de su bodega. Todo exquisito.

Flores Rotas, la próxima

Vuelvo a sentarme con la presidenta de ‘Beber de Cine’ mientras paladeamos un exquisito cabernet Savignon de Robert Mondavi. Yola sigue exultante por esta gran noche y ya anuncia el próximo título para ver en la Biblioteca Pública del Estado. “Será ‘Flores Rotas’, Jose”, me anuncia mientras relata el extraordinario argumento y gran elenco de la peli dirigida por Jim Jarmush. El soltero empedernido Don Johnston (Bill Murray) ha sido abandonado por su última amante, Sherry (Julie Delpy). Don se resigna a seguir con su vida pero todo cambia cuando recibe una misteriosa carta de color rosa. La carta es de una antigua novia que le informa de tiene un hijo de 19 años que podría estar buscándole.

Don se ve obligado a investigar este misterio junto a su mejor amigo y vecino, Winston (Jeffrey Wright), detective aficionado y hombre de familia. Aunque es poco amigo de los viajes, Don se embarca en uno que le llevará a recorrer el país en busca de pistas sobre 4 antiguos amores ( Frances Conroy, Jessica Lange, Sharon Stone y Tilda Swinton). Sus inesperadas visitas a estas mujeres encierran sorpresas para Don mientras se enfrenta a su pasado y en consecuencia a su presente.

‘Beber de Cine’ os invita a sus divertidas sesiones de cine, vino y gastronomía