El presidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea (UE), Ramón Luis Valcárcel, que visitó Ceuta hace algo más de dos meses, se reunirá este miércoles en Bruselas con la comisaria de Asuntos de Interior, Cecilia Malmström, para trasladarle “las principales conclusiones del informe que elaboró tras su visita a Ceuta y Melilla” y pedirle que las instituciones comunitarias “reconozcan la situación específica de las ciudades autónomas como únicos territorios europeos en territorio africano a la hora de seguir apoyando económicamente su labor en la lucha contra la inmigración irregular”.

El informe que el expresidente de Murcia trasladará a la comisaria sueca recuerda que “el fenómeno de la inmigración irregular en las fronteras sur de Europa se ha convertido ante todo en un drama humano que precisa de una respuesta común europea y que va más allá de la mera defensa de las fronteras”.

En concreto, Valcárcel reclama un incremento de las políticas comunitarias de “control eficaz de las fronteras exteriores”, de “cooperación con los países de origen y de tránsito” de los migrantes y de “solidaridad política y económica” del conjunto de la UE con los Estados que, como España, “son frontera exterior y sufren una mayor presión migratoria”.

“Ceuta y Melilla”, completa en referencia a las ciudades autónomas, “necesitan el apoyo de las Instituciones europeas y su situación particular bien merece ser palpada de primera mano para así poder concebir instrumentos de ayuda apropiados”. En esa línea, Valcárcel reitera que los gobiernos de Juan Vivas y Juan José Imbroda “han reiterado la invitación a la comisaria Malmström, para que visite sus ciudades y compruebe sobre el terreno las consecuencias de la presión migratoria actual”.

El presidente del Comité de las Regiones asume las tesis de ambos en el sentido de que las Administraciones Públicas “más próximas a la realidad del terreno” llevan a cabo “tareas de acogida”, “garantizan la seguridad de nuestros ciudadanos y de los inmigrantes” e “intentan poner en práctica políticas de integración”. “Todo ello requiere”, recalca, “de una ingente cantidad de recursos y de una coordinación con el resto de gobiernos si queremos tener éxito en nuestra labor”. “De hecho, asumimos esta situación de emergencia sin disponer de competencias para solucionar el problema en origen”, concluye.

Valcárcel recuerda que el CETI de Ceuta atiende a unos 600 indocumentados cuando su capacidad máxima operativa está fijada en 512 plazas y solicita “una solución de emergencia y creíble” para dar salida a la Península al colectivo “tan especial y tan vulnerable” de migrantes sirios, “cuyo flujo es constante y no cesa porque proceden de un país que actualmente vive un conflicto bélico muy cruento cuya población civil huye por todos los medios”.

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