El Pleno de la Asamblea ha aprobado este jueves inicialmente con los únicos voto a favor del PP el proyecto de nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que le ha presentado la consejera de Fomento, Susana Román, como un documento "realista" pero abierto a asumir cuantas propuestas de los grupos de la oposición y de la ciudadanía en general sea posible durante su todavía largo periodo de tramitación.

Los dos grupos de la oposición, Caballas y el PSOE, han votado en contra, como también ha hecho la diputada no adscrita, Fatima Hamed, al entender que el texto nace "obsoleto" y, peor aún, con varias operaciones en su seno para "que cuatro amigachos del PP se forren", según ha denunciado Aróstegui en nombre de la coalición.

Muy lejos de esa posición, la consejera ha recordado que a la consideración de la Corporación se sometía "un Plan, no un proyecto", por lo que no es pertinente, según su criterio, exigirle un mayor grado de concreción. El texto concreta el "compromiso" del Ejecutivo de Vivas de "presentar una propuesta que, dando cabida a las necesidades presentes, no suponga una hipoteca de las posibilidades futuras”.

El documento, que a finales de agosto o principios de septiembre quedará sometido a exposición pública y alegaciones durante dos meses en busca del mayor grado de consenso posible, parte de la convicción de que es necesario “posibilitar la optimización de la utilización del escaso suelo de la ciudad”, para lo que se tiende hacia “un equilibrio entre suelo urbanizado y no urbanizable que permita mantener la dicotomía campo-ciudad considerándose necesario el mantenimiento y la clara diferenciación de ambas realidades, lo que, en el caso de Ceuta, significa una clara postura frente al riesgo de hipertrofia del suelo urbanizado y la consiguiente merma irreversible que ello supondría para las posibilidades de lograr una ciudad diversificada”.

Su aprobación inicial conlleva la suspensión de licencias en aquellas partes de la ciudad sometidas a cambio de planeamiento aunque según ha asegurado Román será solamente para aquellos proyectos de magnitud que choquen "claramente" con la nueva normativa o la saliente, en cuyo caso sus promotores deberán estudiar la forma de reformularlos.

Ninguno de los argumentos de Román han convencido al portavoz de Caballas, Juan Luis Aróstegui, que ha castigado al Gobierno del PP por aprobar un proyecto "tan trascendental" de forma "precipitada, atropellada y semiclandestina" tras apenas "tres horas" de debate con la oposición durante los últimos años.

Desde el punto de vista de los localistas el proyecto de PGOU no genera "ni ilusión ni expectativas", que es lo que debería, y no deshace los nudos que asfixian a la ciudad en términos urbanísticos, en concreto la reivindicación del suelo en propiedad de Defensa y el "encaje" del Puerto en la ciudad.

"Este documento asume también la pérdida de la batalla por la recuperación económica, sobre la que se proponen un campo de golf, un balneario y un hotel natural, propuestas desfasadas como las industrias vinculadas a las Reglas de Origen o las comunicaciones, que se basan una panacea también desechada como la carretera Puerto-Frontera", ha ampliado.

Más allá, el diputado ha censurado que lo previsto en el Plan servirá para "que cuatro amigachos del PP se forren sin contrapartidas para el interés general". A su juicio ejemplos de ello son las operaciones para llevar los tanques de CEPSA y Ducar al Puerto y la recalificación de parte de la Manzana y el área de Patio Hachuel-Plaza Vieja.

Para el portavoz socialista, José Antonio Carracao, el documento ha llegado al Pleno con el único interés de dar una baza electoralista al PP para "recuperar" viejos macroproyectos como el del traslado del Mercado Central. Como Aróstegui, el líder del PSOE ha subrayado que Intervención no se cree la memoria económica del documento. “Ese es un motivo más que suficiente para votar en contra pero hay otras cuestiones prácticas con las que no estamos de acuerdo pero sobre las que queremos trabajar", ha señalado.

Entre otras, el secretario general socialista ha destacado como puntos débiles del proyecto que hable de mejorar el transporte público sin medidas concretas o que no sea más ambicioso para hacer del Puerto una palanca de desarrollo y expansión económica para la ciudad. El PSOE también ha puesto pegas a la apuesta por el Tarajal para el desarrollo económico-industrial; la estructura de reserva de zonas verdes, demasiado en el aire a su juicio, o a la verosimilitud de iniciativas como la construcción de una pista de atletismo o la protección del Monte Hacho.

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