El Gobierno valora con Dragados rescindir el contrato y volver a licitar la Estación de Ferrocarril


El Gobierno valora con Dragados rescindir el contrato y volver a licitar la Estación de Ferrocarril

- Otra opción es terminar la obra con el contrato vigente desde 2008 y atender las reclamaciones que plantea Dragados

- La Ciudad adjudicó las obras en 2008 y firmó un acta de paralización por impagos en 2011 con Dragados, pero el contrato sigue vigente

- El Ministerio de Cultura ha planteado una reclamación de un millón de euros por la subvención concedida si las obras no vuelven a arrancar

7 años después de que comenzaran los trabajos de remodelación de la antigua Estación del Ferrocarril que da nombre a todo un barrio la obra es una patata caliente que ha obligado al Gobierno ha reconocer este martes a la oposición que el asunto “debería haberse resuelto más diligentemente”, en palabras de la titular de Economía, Hacienda y Recursos Humanos, Susana Román, a quien como responsable de contratación le ha caído la labor de desatascar un expediente en vía muerta desde hace tiempo sin que nadie supiera muy bien a ciencia cierta que es lo que había pasado y sobre el que pesa ahora una amenaza del Ministerio de Cultura de pedir que se devuelva el dinero consignado con cargo al famoso uno por ciento cultural para remodelar este bien arquitectónico. Un millón de euros.

El Ejecutivo baraja dos opciones, según ha explicado Román. Acabar la obra con cargo a lo contratado con Dragados en el año 2008 y estudiar aceptar las reclamaciones de la empresa (por el momento unos 647.000 euros por modificaciones y certificaciones impagadas) o firmar con Dragados un acuerdo de rescisión de contrato (vigente aún después de 7 años y de un acta de paralización de los trabajos firmada en 2011), una rescisión de mutuo acuerdo que permitiría a la Ciudad volver a licitar los trabajos para que se terminen en el plazo de unos 6 u 8 meses y completar después la urbanización del entorno y la dotación cultural del edificio con otro concurso.

Las explicaciones las ha requerido en la sesión plenaria de control al Gobierno, el diputado de Caballas, Juan Luis Aróstegui. El localista ha reclamado al Ejecutivo que asuma responsabilidades por la gestión del expediente de la obra que ha calificado de “expediente X”.

Aróstegui ha recordado a Román que las obras se adjudicaron el 14 de junio de 2008, “y aún estamos discutiendo cómo se hace. No es una pequeña dificultad sobrevenida. La Estación de Ferrocarril ha servido en este tiempo para casi de todo”, ha dicho Aróstegui refiriéndose a los múltiples usos que en el camino se la ha ido atribuyendo al espacio desde el Gobierno, una vez fuera remodelado; “han prometido la solución 20 veces”, ha apostillado. El localista ha fijado la ineficaz gestión en los intereses electorales del Partido Popular.

“El ministerio exige que comiencen las obras o que se devuelva el dinero. Dragados reclama 600.000 euros sin que nadie sepa porqué. Y mientras 6 años con un andamiaje allí puesto y un estercolero sin explicaciones ni solución”, ha tratado de resumir Aróstegui en una crítica feroz, pero medida.

Román ha explicado desde la óptica del actual Ejecutivo los pasos en el expediente que han llevado hasta aquí y las posibles soluciones. Así la consejera ha fijado en el año 2011 el embarrancamiento de la obra, “porque se deja de pagar a Dragados. 2011 fue el año tremendo de ajustes. Se impagaron las certificaciones y tal y como permitía la Ley se firmó un acta de paralización”.

De ahí saltó el expediente al ICO especial para el pago a proveedores habilitado por el Gobierno de Rajoy a los pocos meses de desembarcar en Moncloa. Un plan al que el Ejecutivo de Vivas pidió 82 millones de euros, entre los que estaban las facturas adeudadas a Dragados por la obra de la Estación del Ferrocarril.

“Ahora no hay nada pendiente”, ha afirmado tajante Román. Aunque no le ha quedado más remedio que reconocer que Dragados le reclama al Ejecutivo 600.000 euros por un lado y otros 47.000 euros más por otro con carga a modificaciones encargadas “de forma verbal”, según ha explicado Aróstegui sobre la obra.

Dichas modificaciones que suponen el montante de 600.000 euros habrían sido encargadas en tiempos de Pedro Gordillo poco antes de una campaña electoral para darle la vuelta a los tiempos de la obra, según la versión de Aróstegui. Optando por remodelar la fachada primero para que la obra luciera en lugar de atacar a los cimientos, como preveía el plan original de obra en la adjudicación a Dragados. Encargos verbales (algo común cada vez que un expediente de la época de Gordillo acaba por aparecer sin resolución en los tiempos actuales). Román no se ha molestado en matizar o desmentir este relato de hechos de Aróstegui.

Y sobre ese montante el Ejecutivo estudia ahora si la reclamación que plantea la empresa tiene visos de prosperar o no para atender a una solución negociada o darle carpetazo. Los otros 47.000 euros que reclama Dragados tienen que ver con certificaciones que ha tirado para atrás los servicios de Intervención de la Ciudad Autónoma.

Aunque en la tesis defendida por Román “no hay pendiente ni un céntimo” por la obra, a pesar de estas reclamaciones, dando a entender que la postura del Gobierno es la de no abonar ninguna cantidad de lo que reclama la adjudicataria de la obra.

Los problemas acuciantes están en justificar el millón de euros que se abonó desde el Ministerio a la Ciudad para la obra con cargo al famoso uno por ciento cultural. Y en esas está el Ejecutivo, según Román, “trabajando para resolver el expediente”.

Aróstegui ha acusado a Román de usar el “túnel del tiempo” omitiendo todo lo sucedido entre el inicio de los trabajos en 2008 y la paralización en 2011 para llegar hasta aquí y de “no contar toda la verdad” de lo sucedido. El concejal de la oposición ha incidido en las modificaciones encargadas “sin respetar los procedimientos legales”, algo que ha señalado como recurrente en la gestión de los equipos de Vivas.

Aróstegui ha recomendado al Gobierno que rescinda de inmediato el contrato y vuelva a sacar a concurso lo que quede de los trabajos.

El Gobierno valora con Dragados rescindir el contrato y volver a licitar la Estación de Ferrocarril


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