Vivas ha aprovechado su viaje a Madrid de esta semana para reunirse con el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, y para hacerlo también con el presidente de Baleària, Adolfo Utor. El presidente se ha comprometido con la naviera a "considerar la necesidad de establecer una reducción de las tasas portuarias, que tienen un coste fijo que actualmente supone más del 25% del precio de los billetes, de modo que cualquier bajada de tarifas provoca un aumento de este porcentaje".

Baleària argumenta que “reduciendo o eliminando las tasas portuarias y cambiando el sistema de devolución del descuento de residente, el nivel de calidad del transporte de Ceuta se mantendría y los precios podrían mejorar de forma importante”. Fuentes del sector calculan que las tres navieras facturan en la línea con Algeciras unos 70 millones de euros al año, de los que 16 acaban directamente en las Autoridades Portuarias de ambos lados del Estrecho.

Según ha informado la compañía en un comunicado, Baleària se ha comprometido por su parte con la Ciudad a "seguir buscando soluciones de mejora tarifaria para los turistas y los familiares de residentes en Ceuta". La naviera ha remarcado que estas soluciones deberán ser siempre “compatibles con el actual reglamento que regula las bonificaciones de los residentes, y deberán contar, en este sentido, con el correspondiente consentimiento de la Dirección General de la Marina Mercante”.

Además, la naviera también ha propuesto a la Ciudad que "considere" la posibilidad de solicitar al Estado que la subvención de residente se establezca como un coste fijo, y no un 50% del precio del billete, como están actualmente solicitando las autoridades de Baleares. A su juicio "una cantidad fija permitiría una mayor flexibilidad a la baja de las tarifas y evitaría problemas jurídicos para establecer tarifas reducidas para turistas y familiares no residentes, sin que supongan ningún perjuicio para las arcas públicas".

Empresa y Administración seguirán "estudiando otras alternativas a estas actuaciones descritas".

Por otro lado, la naviera está estudiando la posibilidad de ampliar el número de butacas mediante el cierre de espacios exteriores del ferry 'Passió per Formentera' para que la capacidad de pasajeros en las cubiertas interiores "aumente de forma sustancial" y, de esta manera, "evitar futuras restricciones o situaciones como las acontecidas el pasado domingo".

La naviera ha recordado que el pasado mes de junio ya se incorporaron 128 butacas, una cifra que a la luz de los hechos "se ha visto insuficiente". Esta ampliación estará "condicionada a la renovación del contrato de la línea de interés público, que expira el próximo 31 de diciembre".

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