Procesa, que en un primer momento habría cifrado las actuaciones de reforma a desarrollar en el Hotel Puerta de África que explota hasta el próximo uno de mayo la cadena Meliá en unos 200.000 euros, habría reconocido en las últimas semanas a la oposición que la reforma se llevará aproximadamente un millón de euros de las arcas públicas.

Si bien, el dinero que saldrá de las de la Ciudad Autónoma será el que inicialmente se preveía, unos 200.000 euros. Ya que el otro 80 por ciento, unos 800.000 euros esperan poder cargarlo a una de las ayudas que ofrece el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA) para mejorar la eficiencia energética del edificio, que es precisamente lo que se quiere hacer.

En concreto la Ciudad Autónoma contempla la sustitución de la caldera central del hotel y del sistema de aire acondicionado para mejorar toda la climatización y hacerla más eficiente desde el punto de vista energético. Pero las actuaciones podrían ir más allá y sustituir de paso toda la iluminación para reducir a través de esa vía también la factura de electricidad del inmueble.

Para saber exactamente qué actuaciones habrá que desarrollar, Procesa ha contratado una auditoría externa, en la que se va a gastar 7.000 euros. Será la empresa encargada de esa auditoría la que determine qué actuaciones habrá que desarrollar en el hotel y una vez definidas las mismas saldrán a concurso público.

Según ha reconocido Procesa a Caballas, la situación de estos aspectos en el inmueble se hacía insostenible, la propia cadena Meliá puso sobre la mesa su segura salida de la ciudad de no solventarse esas deficiencias, que ya habían empezado a ocasionar quejas de los usuarios, algo que la cadena no estaba dispuesta a soportar por la mella que en su prestigio podían ocasionar esas críticas en un mercado como el turístico en el que cada vez tiene más peso la opinión de los usuarios expresada a través de los diversos canales y de internet. "La situación es tan mala que al parecer en algunos aspectos no se cumple ni con lo más mínimo y sería hasta aconsejable cerrar el hotel", ha reconocido el diputado de Caballas, Juan Luis Aróstegui.

De momento no hay cierre del hotel, aunque sí un cambio en la gestión inminente. El uno de mayo, el hotel dejará de ser Tryp. La enseña de Meliá deberá desaparecer de servilletas, posavasos, uniformes, fachada, ‘amenities’, cartas, papelería y todo en general. También se prepara un cambio en el programa informático para la gestión de las reservas. De momento se sigue sin poder usar internet para reservar una habitación para el día uno de mayo. Un cambio que está por ver cuánto costará.

Nuevo Concurso para la gestión

La idea que tenía la ciudad para acometer la reforma energética del edificio era hacerla en paralelo al proceso de renovación de la externalización de la gestión. Procesa se esforzó en desmentir que la reforma fuera “integral”, pero el portavoz del Gobierno, Jacob Hachuel, no dudó en calificarla así el pasado viernes.

Meliá finaliza contrato el uno de mayo, y según Procesa en febrero los pliegos para sacar a concurso la gestión estaban listos y la opción de la prórroga no figuraba en los planes de la administración. Si bien finalmente se quiso optar por esa fórmula, pero introduciendo cambios en el contrato, lo que ha hecho que los jurídicos municipales desaconsejen la misma, dado que esos cambios eran sustanciales y requerían por tanto de una nueva adjudicación.

Según el diputado de Caballas, Juan Luis Aróstegui, al Ejecutivo autonómico le consta el interés de otro grupo, además de Meliá, para competir por hacerse con la explotación del hotel, se trataría del operador turístico Barceló, que conoce de primera mano el mercado en la zona, ya que hasta hace poco explotó el hotel en la urbanización marroquí de Marina Smir, a escasos 15 kilómetros de la frontera.

Si bien, en principio el Ejecutivo habría mostrado su preferencia por dar continuidad a la labor de Meliá al frente del Puerta de África, a pesar de reconocer que no se han cumplido las expectativas que había depositadas en este gigante turístico. Quizás en ese sentido y sea quien sea quien finalmente se quede con la gestión del inmueble, lo más interesante sea el cambio en las condiciones de explotación. Hasta ahora, Meliá cobraba un porcentaje fijo de todo lo que se vendiera, hubiera o no beneficios. Esta relación comercial era la que durante muchos años ha obligado a la Ciudad Autónoma a asumir pérdidas en la sociedad Puerta de África, mientras Meliá sí hacía caja con la gestión del Hotel, en cuyo seno sólo cuenta con un trabajador propio, el director.

A partir del nuevo concurso de explotación quien gestione el hotel cobrará en función de los beneficios que se consigan y no por cada venta que se lleve a cabo, haya después o no, beneficios. Además la Ciudad quiere incluir en el contrato de gestión la obligación del cambio de mobiliario en todas las habitaciones para terminar de modernizar el hotel. Un cambio que correría por cuenta y riesgo de la empresa que se quede con la gestión.

Actualmente a los fallos en el aire acondicionado, que, por ejemplo, durante este pasado fin de semana y a pesar de que el mercurio ha rondado los 25 grados durante el día no puede ofrecer el hotel a sus huéspedes (sigue funcionando el sistema de calefacción), se sumaría el estado de ese mobiliario, que en algunos casos, habría propiciado que el propio hotel opte por no ofrecer algunas habitaciones, mermando así su capacidad.

¿Para cuándo?

A pesar de que Procesa tenía listo el pliego para licitar la gestión del hotel en febrero, finalmente expirará el contrato con Meliá que saldrá del inmueble el uno de mayo. Es difícil saber en qué plazos actuará la Ciudad Autónoma con el concurso y cómo afectará a los mismos la mencionada reforma a llevar a cabo en el hotel.

De momento a los trabajadores se les ha dicho que trabajarán con normalidad, si bien, no es descartable que el hotel llegue a cerrar para acometer la reforma energética o cuánto menos que la situación de gestión propia por parte de la Ciudad se prolongue incluso durante todo el verano.

Los pliegos del concurso, a pesar de estar preparados, no los ha visto aún la oposición, que tendrá que dar su opinión y su voto a favor o en contra en una reunión del Consejo de Administración de la sociedad Puerta de África.

Y al ser concurso público hay unos plazos que difícilmente se puede saltar la Ciudad, aunque se puedan intentar acortar en la medida de lo posible, no parece probable que por mucha urgencia que se le dé al expediente, el nuevo gestor, desembarque antes del verano.

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