Un menor, fugado de Punta Blanca, testificó ante la Fiscalía que recibió malos tratos de un celador
28 enero 2009 02:20 h.
Comisiones Obreras interpuso la denuncia ante la fiscalía de Ceuta el pasado martes 20 de enero, pues bien, según aseguran desde el sindicato, sin tener nada que ver con la denuncia interpuesta por ellos, un menor testificó ante la Fiscalía de Menores sólo dos días después. Lo hizo en presencia de abogado. Su testimonio no tiene desperdicio y arroja muchas más dudas sobre la polémica ¿Qué dijo el menor ante la Fiscalía?
Dijo entre otras cosas “que se fugó del Centro de Reforma porque estaba amargado”, tal y como se recoge en el acta de exploración de la Fiscalía a la que ha tenido acceso ceutaldia.com. El menor se fugó del centro, al parecer en fechas recientes. Del mismo centro del que Juan Vivas y Pedro Gordillo alabaron su excelencia el mismo lunes de esta semana y durante la pasada semana, una vez que Comisiones puso la cuestión de los malos tratos sobre la mesa de la Fiscalía y de la opinión pública. Pero el menor dijo más.
“Que le pegaron y le ataron a la cama”, reza el acta de exploración elaborada por la Fiscalía. Es decir, según el testimonio de un menor interno en el centro en Punta Blanca alguien ató a un interno a la cama, pero además, y esto no lo había dicho el sindicato, le pegaron previamente. ¿Quién le pegó?
“Le pegó un celador”, del que da el nombre a la Fiscalía. Lo hizo “con la porra”. Además, el menor habría tocado “el telefonillo en múltiples ocasiones, porque le dolía la cabeza”, a pesar de ello “no le hicieron caso” y cuando bajó el celador “le pegó y le ató”. El celador, siempre según el testimonio del menor ante la Fiscalía, “estaba solo, no había otros celadores”.
“Los hechos se produjeron dos días antes de escaparse”, según cuenta el menor a la Fiscalía. Lo que falta saber ahora es exactamente cuándo se fugó y si hay parte de la aplicación de esas medidas excepcionales y coercitivas.
Sean o no las contempladas como legales en la Ley, según explicó el pasado viernes a Ceuta Televisión, el ex director general de Menores, Miguel Fábregas, cualquier aplicación de medidas de esta clase y de inmovilizaciones deben ser comunicadas a la Fiscaslía y al Juez. Se comunica cuándo se comienzan a aplicar y cuando cesan. Dicho de otro modo tienen que dejar rastro documental y escrito. Y la Fiscalía debía conocerlo.
Hasta aquí el menor ha puesto en conocimiento de la Fiscalía su descontento con el trato recibido de parte de un celador del centro de Punta Blanca. Además ha dejado claro que de ese centro de reforma, una especie de cárcel para menores es posible fugarse. Lo es a pesar de que el lunes durante la visita del presidente del Ejecutivo local, la prensa pudo comprobar que para salir o entrar es necesario franquear una doble puerta, la segunda no se abre si no está cerrada la primera. Pero a la historia, ya bastante truculenta, le faltan las drogas.
Drogas
El abogado le pregunta al menor “dónde se encontraba el pasado 5 de enero”. El menor manifiesta “que se encontraba en el Centro de drogodependencia del Morro, acompañado de una psicóloga y un celador del centro”. Pero que no cunda el pánico, el menor asegura “que no consume droga dentro del centro, que no se la pasa nadie”.
Las drogas y los celadores violentos no son la única preocupación del menor. Le había escrito una carta a su madre en la que le expresaba su miedo a que cinco compañeros internos en el reformatorio pudieran atacarle. Preguntado por el abogado asegura que “teme que cinco menores que hay en el centro le agredan”. Aunque de estos no sabe el nombre.
Ni el Fiscal ni el Juez lo podían saber
La declaración ante la Fiscalía producida el pasado 22 de enero tiene también una explicación para tumbar otro de los argumentos esgrimidos por el Gobierno hasta ahora, empeñado en quitarle importancia y credibilidad a la denuncia de Comisiones Obreras (El PP en Pleno se negó a abrir una Comisión de Investigación para esclarecer los hechos). Hasta ahora con Gordillo a la cabeza el Gobierno ha dicho que le parece poco probable que sea cierto lo que ha dicho Comisiones Obreras porque el juez y el fiscal acuden al centro periódicamente y no tenían constancia. Pues bien, el menor en el testimonio ante la propia Fiscalía de Menores asegura que “esto nunca se lo ha dicho, ni al juez de Menores, ni al fiscal cuando han ido al centro”.
Eso explicaría también porqué el juez de menores se pronunciaba en una línea similar a la del Gobierno el pasado viernes (un día después de que el menor testificar ante la Fiscalía de Menores) en una entrevista concedida al diario El Pueblo de Ceuta.
Diferencias con lo denunciado por Comisiones
Los hechos relatados por el menor a la Fiscalía no parecen coincidir con lo que recogía la denuncia de Comisiones Obreras de la pasada semana, que apuntaba hacia la dirección del centro como responsable de los malos tratos. Según el sindicato era la dirección la que daba las órdenes para que los cuidadores actuaran de forma prácticamente idéntica a como ha relatado el menor a la Fiscalía. Si bien de la lectura del testimonio del menor parece más bien que son los celadores los que actúan por iniciativa propia.
Independientemente de la polémica que se abrirá a la luz de este nuevo testimonio queda claro un hecho: la fuga de un interno de un centro de reforma para menores que cometen delitos. El hecho pone en evidencia que Punta Blanca, por más bien que funcione (como dijo Vivas el pasado lunes), es una organización humana y está por tanto expuesta a grietas en su funcionamientos. A errores. Lo que habrá que aclarar ahora es de quién es la responsabilidad. ¿Querrá aclararlo el Gobierno ahora o seguirá sin investigar?
