Sanidad instala desfibriladores en los polideportivos Díaz Flor y Guillermo Molina


Sanidad instala desfibriladores en los polideportivos Díaz Flor y Guillermo Molina

- La medida está recogida en uno de los programas del I Plan de Salud y el personal encargado de manejar los equipos ha recibido formación adecuada

- La desfibrilación en el primer minuto de la parada permite recuperar el ritmo cardíaco del paciente en un 90 por ciento de los casos

La Consejería de Sanidad y Consumo, en el marco del I Plan de Salud de la Ciudad de Ceuta, ha puesto en marcha un programa de Prevención de Riesgos Cardiovasculares que incluye la instalación de desfibriladores semiautomáticos (DESA) en los polideportivos Díaz Flor y Guillermo Molina, donde un total de 18 trabajadores han sido formados sobre el manejo de DESA y RCP (resucitación cardiopulmonar) básica.

Con carácter previo a esta iniciativa, la Consejería dictó un decreto que desarrolla el RD 365/09 de 20 de marzo, en el que se establecen las condiciones y requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de desfibriladores automáticos y semiautomáticos externos fuera del ámbito sanitario. El material adquirido por la Ciudad consiste en desfibriladores semiautomáticos, con sus cabinas de ubicación y comunicación correspondientes desde las que se establece conexión directa y automática por vía telefónica con el Servicio 112, y parches para uso en adultos y pediátricos. Los DESA estándar pueden usarse en niños a partir de los 8 años. Hasta esa edad, han de utilizase los parches pediátricos, que son de menor tamaño y están debidamente identificados.

Se estima que cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardíacas, que ocasionan cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico. Dentro de la Estrategia de Cardiopatía Isquémica aprobada por el Consejo Interterritorial, que forma parte del Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud, la desfibrilación temprana es un elemento fundamental en el ámbito de la asistencia a pacientes con enfermedades cardiovasculares. De hecho, esa Estrategia contempla entre sus objetivos ofrecer asistencia in situ con capacidad de desfibrilar en el menor tiempo posible, así como proporcionar transporte rápido al hospital con personal capacitado y equipamiento adecuado.

El asunto no es baladí. La experiencia acumulada en las unidades de cuidados intensivos demuestra que la efectividad de la desfibrilación temprana en la recuperación de un ritmo cardíaco eficaz es del 90% cuando es posible efectuar la desfibrilación en el primer minuto de evolución de la de la fibrilación ventricular (FV). Esta efectividad disminuye muy rápido: por cada minuto de retraso se reduce la supervivencia entre un 7% y un 10%, de forma que las posibilidades de sobrevivir transcurridos 10 minutos son mínimas.

Sanidad instala desfibriladores en los polideportivos Díaz Flor y Guillermo Molina


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