A juzgar por el furibundo ataque contra Caballas del lunes del delegado del Gobierno, de la proliferación de ‘trolls’ populares en las redes sociales y en los foros digitales y del argumentario exhibido este martes por la secretaria general del PP de Ceuta, Yolanda Bel, pareciera que estamos en campaña electoral para los sillones en la Asamblea.

Bel ha rescatado del baúl muchos de los argumentos que el PP blandió contra Caballas, incluso a golpe de pasquín repartido por director de periódico -hoy asesor de González Pérez- puerta a puerta en El Príncipe, durante la última campaña, la que ella misma coordinó.

Pero la política de declaraciones gruesas, de acusaciones, respuestas y contrarrespuestas que algunos expertos señalan en el núcleo mismo del desprestigio de la clase política junto a la corrupción no sea lo más destacado de su comparecencia. El PP libra otra guerra más llamativa, una interna.

La mecha, también en ese caso, la prendió el delegado del Gobierno cuando decidió alegar a la ordenanza que preparó la Consejería de Fomento al hilo de una propuesta de Caballas en la que se pedía habilitar algún mecanismo para permitir a viviendas ilegales tener luz y agua, por humanidad, sin que ello alterara su calificación urbanística ni su solución final. Una alegación que cogió al Gobierno del PP de Juan Vivas por sorpresa y que aparece como un punto de fricción entre compañeros.

El Gobierno hasta ahora se había limitado a una línea de prudencia templada en la que venía a decir que la ordenanza cumplirá con los requisitos legales y saldrá adelante, o más recientemente haciéndose fuerte en su posición asegurando que antes de la ordenanza ya se dará agua y luz a algunas viviendas -a esto contestó de forma concisa el delegado el lunes-. Mientras dejaba el lado más ofensivo a Caballas en la defensa de la iniciativa que pretende dar carta de normalidad a las situaciones que se dan desde hace años en la vida diaria de muchos ciudadanos condenados a vivir en infraviviendas y a pelear al margen de la legalidad por una toma de agua y de luz.

El delegado, sin miramientos, el lunes hilvanó un discurso en el que saltó de la yihad a los contadores de luz y agua, al poner como ejemplo al “cabecilla” de la trama desarticulada que “vivía en una casa ilegal de 216 metros cuadrados”, ejemplo perfecto para el delegado de las que quieren ayudar el Gobierno y Caballas, para rematarlo con una sentencia: “La Ley está para cumplirla, no para intentar regatearla con demagogia barata y con actitudes irresponsables que no sé qué fin persiguen en realidad”, dijo.

Y preguntada por esto, Bel no se ha dado por aludida, ha esquivado la polémica como ha podido, y ha intentado situarse en un imposible punto intermedio entre el Gobierno y el delegado.

“Estoy de acuerdo en todas aquellas afirmaciones que ha hecho el delegado”, ha dicho para no llevar la contraria al delegado, para acto seguido puntualizar que el asunto está siendo trabajado por Fomento y que “se tratará en la próxima reunión del Grupo y en la Comisión Informativa correspondiente para llevarla al Pleno. La opción que se tome va a estar avalada jurídicamente, que es donde puede existir la duda. La ordenanza vendrá avalada por todos los informes técnicos y jurídicos”, ha hilvanado Bel. Según la 'número 2' del PP Regional, la ordenanza se espera que se pueda aprobar y superar el periodo de exposición pública antes de que termine el verano, eso sí, “siempre cumpliendo con lo que digan los informes jurídicos”.

“Es Caballas quien mezcla religión y política”

Al margen de ese apuro, Bel cumplió con el guión previsto, y dedicó su comparecencia a un y tú más político dirigido a la coalición Caballas.

Si tras las declaraciones del lunes, los localistas han comparecido la mañana del martes para acusar al delegado de apostar por intención electoral por la división al mezclar religión con política y criminalizar a todo el Príncipe y a los musulmanes, Bel ha hecho lo mismo con Caballas:

“Lo triste es que para coalición Caballas lo más importante sean los votos (…) La seguridad es cuestión de todos y todos queremos estar seguros en la ciudad y todos los ceutíes de bien quieren que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado sigan trabajando de la manera que lo están haciendo y la Delegación como lo está haciendo. Sin embargo ellos de una manera muy mal intencionada intentan mezclar esto con la religión. Otra vez vuelve a confundirse Caballas buscando únicamente la división por credos religiosos. Caballas lo único que ha intentado hacer arremetiendo contra el delegado del Gobierno es matizar y machacar su discurso de división. Importándole un bledo, importándole cero esta ciudad, nada en absoluto. Le ha importando más su discurso demagógico de dividir la sociedad ceutí y no el bienestar de esta ciudad que está absolutamente por encima de todos”, ha dicho Bel.

Y del lugar común en tiempo de batalla electoral usado por el PP de que Caballas es la división, el enfrentamiento y la defensa de lo musulmán por encima de todo, Bel ha pasado rauda a otro de los temas preferidos de los populares: Aróstegui es malo.

“Lo que sí sobran en Ceuta son dirigentes como el señor Aróstegui que lo que intenta es fomentar la división en Ceuta. Políticos así están de más, absolutamente de más en la ciudad y creo que en la política en general, pero en particular, refiriéndome a Ceuta, en la ciudad políticos de ese tipo están de más sin duda”, ha asegurado Bel.

El ninguneo a Alí, que no lo ha mencionado en ningún momento focalizando las críticas a Caballas en Aróstegui, que no ha sido el único en hablar en la mañana del martes por parte de la coalición, ha servido para usar otro de esos puntos clave del discurso del PP contra Caballas: Aróstegui ha fagocitado a la UDCE adueñándose del discurso y la iniciativa política de Caballas.

Y de ahí, a otro lugar común en las críticas a Aróstegui: él es el que falta al respeto. “Aróstegui ha pedido respeto para los votantes de Caballas. Se ha quedado corto. Debe pedir respeto para todos los votantes. Pero no puede porque como recordarán, ahí están las hemerotecas llenas, se dedicó a insultar a todos los votantes y simpatizantes del PP y no quiso rectificar”, ha dicho Bel.

La popular ha cerrado sus críticas a Aróstegui con otro manido argumento: sin Alí no es nadie. “No es capaz por sí mismo de conseguir un escaño y tiene que unirse al señor Alí”.

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