Caballas llevará ante la Justicia el concurso de la obra de la Marina


Caballas llevará ante la Justicia el concurso de la obra de la Marina

- Los localistas creen que el concurso se fallará de forma subjetiva y que no se han objetivado de forma suficiente los baremos tal y como recomienda el Tribunal de Cuentas

- El debate político hace coincidir a PSOE y Caballas en contra del Ejecutivo y revive el discurso de las dos ciudades en una

Una vez más PSOE y Caballas coincidieron en su labor de oposición. Ambas formaciones se oponen de forma rotunda y categórica a la obra calificada por las mismas como “faraónica” y que enmarcan dentro de la estrategia “electoral” del PP que el Ejecutivo de Vivas ha proyectado en la Marina. Así sus respectivas mociones de urgencia instando al Ejecutivo a reconsiderar el gasto fueron debatidas de forma conjunta.

Si bien sus posicionamientos si difieren en el corto plazo de forma cualitativamente importante, así Caballas prevé prolongar su lucha contra una obra que considera excesiva mediante la judicialización del pliego de licitación de la obra, que considera ilegal, quizás lo más destacable más allá de un debate sobre oportunidad de inversiones y gasto.

Así, tal y como dejó caer el concejal de la formación localista, Juan Luis Aróstegui, la formación estudiará plantar el asunto ante los Tribunales de Justicia. La intención es aclarar un enrevesado proceso de encomiendas de gestión y decisiones de mesa de contratación y redacciones de proyectos que va haciendo saltar el asunto de la Ciudad Autónoma a la Gerencia de Infraestructuras y Urbanismo de Ceuta (GIUCE) y de ahí a Procesa y viceversa. Y también, y ahí es donde más sospechas tiene la coalición de que el Ejecutivo no esté haciendo las cosas conforme al dictado de la legislación vigente, los criterios de puntuación de las ofertas que concursen por la obra, o más exactamente la falta de objetivación en los mismos.

Según explicó Aróstegui el Ejecutivo ha limitado en el concurso la baja económica en las ofertas. Una medida que Román justificó para evitar que después surjan los problemas habituales en las obras públicas de peticiones de auxilio de las concesionarios por haber rebajado el precio en demasía. Así, Aróstegui prevé que todas las aspirantes ajusten el precio a ese listón y se jueguen los cuartos y la adjudicación en el resto de puntos: mejoras en los problemas de la ejecución de la obra.

Mejoras que no están convenientemente objetivadas ni puntuadas en los pliegos de licitación del concurso. “El Tribunal de Cuentes ya les ha dicho por activa y por pasiva que hay que objetivar eso”, recordó Aróstegui. Bajo el planteamiento del localista el concurso se fallará de forma subjetiva por parte de la Mesa de Contratación, abriendo así el abanico a todas las especulaciones.

Tampoco entiende el localista porqué razón limitan la posibilidad de concursar a empresas expertas en puentes, sin tener en cuenta otro aspecto fundamental del proyecto, tal y como está planteado como son las aceras o las impermeabilizaciones.

De esto nada dijo la consejera de Fomento, Susana Román, que se limitó a justificar la necesidad de la obra no sólo en la sentencia judicial que obliga a la Ciudad a asumir la impermeabilización de los garajes de la Marina, sino en los resultados de las catas hechas al hormigón que han arrojado datos preocupantes sobre su deterioro y que aconsejan realizar una reforma de la estructura en profundidad, según explicó la titular de Fomento amparándose en ese punto en los informes técnicos.

Coincidencias

El resto del debate giró entorno al trozo que va desde una reforma de la calle obligada por sentencia judicial y las mejoras que aconseje la oportunidad practicar en la arteria y que sirvan para mejorarla y la gran obra de cerca de 6 millones de euros que aspira a ejecutar el Gobierno de Vivas, a menos de dos años de la cita con las urnas.

Lo que convirtió el debate en la ya clásica exposición de dos puntos de vista irreconciliables: el de Caballas y el PSOE que reclaman pudor y prudencia al tiempo que austeridad al Ejecutivo a la hora de proyectar más obras en el centro y señalan la desigualdad entre esa zona de la ciudad y la periferia y el del Ejecutivo que defiende, gráfico incluido, que su inversión en barriadas es mayor que en el centro al tiempo que dice que lo hecho en el centro lo disfruta toda la ciudadanía.

Entre los datos aportados para sustentar estos dos puntos de vista irreconciliables, Aróstegui aseguró que en lo que va de año el Ejecutivo no ha gastado aún un céntimo en inversión en barriadas, dado que lo que va a hacer está en fase de concurso.

Concursos repasados por Román y que tienen como actuación principal en los barrios la reforma de la avenida de Regulares.

Para el PSOE y Caballas el Gobierno desequilibra la balanza procurando un centro de lujo en el que se gastan 6 millones de euros en ensanchar aceras cuando en otros puntos de la ciudad hay calles sin asfaltar, sin aceras o viviendas sin saneamientos.

Román sumó a su defensa la revitalización comercial prevista en la zona al ensanchar la acera sur de la calle en la que están los comercios.

Aróstegui también le recordó a la consejera que en 2005 ya remodelaron la calle, gastando 600.000 euros de fondos europeos en las fuentes. “Delirios de grandeza”, “obra faraónica en el centro”, “obra electoral”, “injusta”, “ciudad esquizofrénica” “lujo obsceno en el centro –carencias inmorales en las barriadas”, son algunos de los calificativos que no escatimó el de Caballas en su debate, que implícitamente le reconoció al Ejecutivo de Vivas que está dejando “Ceuta muy bonita”, según su exposición, argumento suficiente para “obtener resultados electorales”.

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