El anuncio efectuado por el Presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, de visitar a los militares ceutíes encuadrados en el contingente "Libre Hidalgo XVI" enmarcado en la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano ha recibido críticas de las formaciones políticas en la oposición, pero también de personas cercanas ideológicamente al líder popular. Debo recordar que hablamos de un contingente compuesto mayoritariamente por efectivos destinados en la Comandancia General de Ceuta y más concretamente del Tercio Duque de Alba 2º de La Legión y del Grupo de Regulares de Ceuta número 54,

No es la primera vez que efectivos militares destinados en nuestra ciudad participan activamente en misiones de paz en el extranjero aunque, por razones de espacio me centraré exclusivamente en las dos últimas, las protagonizadas por una sección de Zapadores del Regimiento de Ingenieros número 7 de Ceuta que se desplazó en el año 2003 a Bosnia-Herzegovina y la protagonizada por un contingente compuesto por 500 militares que participaron en el año 2008 en el contingente de la OTAN desplegado en la región de Kosovo.

En ambas ocasiones, los efectivos pertenecientes a la Comandancia General de Ceuta recibieron la visita institucional del Presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, quien además de transmitirles el reconocimiento de todos los ceutíes, aprovechó dichos desplazamientos para llevar a cabo diferentes proyectos humanitarios en unas zonas especialmente afectadas por encarnizadas luchas fratricidas como, la inauguración de un centro de discapacitados en Trebinje, la inauguración de un aula en la Universidad de Mostar o la entrega de material de diferente índole a la población afectada.

Algunos de los que hoy critican este anuncio compartieron hace pocos meses responsabilidades en la dirección popular, pero hoy muestran su descontento censurando las decisiones del líder popular a través de unas críticas enmarcadas en la campaña iniciada por quienes aspiran a ser la alternativa al actual Presidente, Juan Jesús Vivas Lara, desatendiendo las obligaciones que los afiliados de esta formación deben acatar al estar articuladas en los Estatutos vigentes tal y como ya manifesté en un artículo anterior “respetar pública y privadamente el honor y la imagen del Partido, de sus órganos y de todos sus afiliados”. En definitiva, comienza la cuenta atrás para una cita congresual en la que los afiliados decidirán el futuro de esta formación a través de la elección de uno de los dos candidatos que presuntamente concurrirán a dichos comicios.