- Los ciudadanos somos plenamente conscientes de las dificultades económicas que atraviesa nuestra ciudad como consecuencia directa de una crisis que afecta a todas las autonomías españolas por igual, pero también somos conscientes de las numerosas medidas de austeridad adoptadas por un Ejecutivo del Partido Popular comprometido con el futuro de los ceutíes.

Un Gobierno que abordó desde la responsabilidad el déficit histórico en infraestructuras públicas cuando la bonanza económica así lo permitió, y ahora aplica medidas de austeridad compatibles con las circunstancias actuales.

La oposición criticó durante años las inversiones ejecutadas y ahora critica las medidas de austeridad aplicadas catalogándolas de insuficientes mientras, mostrando la mayor irresponsabilidad, exige el desembolso de importantes cantidades económicas destinadas a actuaciones totalmente innecesarias. Las actuaciones acometidas por el Ejecutivo ceutí en ambos periodos argumentan el apoyo mayoritario de la ciudadanía en los últimos comicios celebrados, unos ciudadanos curtidos democráticamente en innumerables confrontaciones electorales.

El área de festejos ha sido “blanca” en las últimas semanas de críticas vertidas desde la oposición argumentadas en supuestos excesos en los gastos ocasionados con motivo de la celebración de diferentes festividades (Navidad, Carnaval, Semana Santa, Corpus Cristi, San Antonio y San Juan). La realidad es diametralmente opuesta, la Ciudad ha reducido significativamente los presupuestos destinados a sufragar los gastos ocasionados por la celebración de estas actividades.

El Corpus Christi tuvo un coste total de 10.000 euros, la romería de San Antonio 6.700 euros y la celebración de la Noche de San Juan, que aunque cuenta con una reserva presupuestaria de 20.000 euros tiene un coste estimado de 15.600 euros, lo que supuesto un descenso de casi un 50 por ciento. Por tanto, estas tres celebraciones han tenido de media un coste inferior en un 60 por ciento en comparación con 2011.

Ajustes presupuestarios en unas celebraciones que no han significado disminuir ni el número ni la calidad de las mismas. Por poner un ejemplo, el programa de actividades organizadas por la Consejería de Juventud, Deportes, Turismo y Festejos el pasado sábado día 23 de junio demuestra mi afirmación (Carrera Nocturna de San Juan, instalación de una pantalla gigante en la plaza del Teatro Auditorio del Revellín y la quema del juanillo). Celebraciones que no solo consiguen mantener vivas unas tradiciones profundamente arraigadas en nuestra ciudad sino que además suponen un impulso fundamental para un sector económico especialmente perjudicado por la actual situación de crisis socio económica.

Los ceutíes necesitamos de una oposición que aporte soluciones coherentes a las diferentes problemáticas que afectan a una Ciudad cuyas tradiciones (conjunto de patrones culturales de una o varias generaciones, heredados de las anteriores y trasmitidos a las siguientes) que deben ser protegidas e impulsadas a pesar de las circunstancias actuales. Con los datos aportados puedo afirmar que es posible mantener nuestras tradiciones y al mismo tiempo aplicar medidas de austeridad que supongan destinar mayores recursos públicos a las políticas sociales en beneficio de los colectivos más desfavorecidos.