El pasado viernes tuvimos conocimiento de la primera restructuración del Ejecutivo local en esta legislatura. Una decisión que ha sido criticada por las principales formaciones políticas en la oposición que responde a cuestiones trascendentales para el futuro de nuestra ciudad respetando en todo momento compromisos iniciales.

El Estatuto de Autonomía de la Ciudad Autónoma de Ceuta define claramente las competencias del Presidente de la Ciudad entre las cuales se encuentra nombrar y cesar a los Consejeros y Consejeras así como, delegar temporalmente en ellos funciones ejecutivas. Por tanto, a él compete en exclusividad decidir y ejecutar esta restructuración.

Una decisión que mantiene el compromiso de austeridad asumido al inicio de la presente legislatura por un Presidente coherente con las dificultades económicas que atraviesa la sociedad ceutí al reducir el coste del Ejecutivo local en un 25%. El número de Consejeros y Consejeras no sufre alteración alguna tan solo supone un reparto de las competencias entre las ya existentes en respuesta a las circunstancias excepcionales conocidas en los últimos meses.

El triunfo electoral del Partido Popular del pasado mes de noviembre, su acceso al Gobierno de España y la constatación de la realidad económica de un país que debe hacer frente a unas dificultades sobrevenidas, hace necesaria la dedicación a tiempo completo de todos los parlamentarios nacionales de esta formación política entre los cuales se encuentra el parlamentario ceutí, Francisco Márquez de la Rubia.

Estas circunstancias y no otras precipitan una restructuración que a partir de estos momentos transfiere competencias entre cinco Consejerías, situando a su vez a Francisco Márquez en una Consejería de nueva creación, Programación y Relaciones con las Administraciones, una nueva área que coordinará proyectos ya iniciados así como, los contactos institucionales con diferentes departamentos del Gobierno de España, de las comunidades autónomas y de la Unión Europea. En definitiva, una restructuración responsable consecuente con las nuevas circunstancias.